Ningún gran banco cumple las exigencias del BCE en materia de riesgos climáticos

El vicepresidente del consejo de supervisión de la institución, Frank Elderson, avanza que el BCE llevará a cabo un ejercicio de supervisión en 2022 que afectará a 24 billones en activos

El Banco Central Europeo (BCE) no da tregua a la banca europea. Mientras sigue abierto el debate sobre la fecha en la que el sector tendrá capacidad para repartir dividendos, el organismo que lidera Christine Lagarde empieza a mandar mensajes muy claros a las entidades financieras acerca de lo lejos que están de sus exigencias supervisoras en materia climática.

Frank Elderson, miembro del consejo ejecutivo del BCE y vicepresidente del consejo de supervisión señalaba este miércoles que ningún banco europeo supervisado por el banco central (más de 100) cumplía sus expectativas.

«Todos los bancos tienen varios puntos ciegos y es posible que ya estén expuestos a riesgos climáticos importantes», afirmó en una intervención pública.

«Todos están todavía muy lejos de cumplir con las expectativas de supervisión que les hemos establecido. Y todos los bancos deben ponerse al día, ya que sus compromisos de riesgo climático influirán en sus requisitos de supervisión», advirtió.

A principios de mayo, Andrea Enria, presidente del consejo de supervisión había sido algo menos negativo al afirmar que solo el 10% de las entidades estaban alineadas con las exigencias presentadas por el supervisor.

El BCE publicó en noviembre sus expectativas y las entidades financieras tenían hasta junio para presentar sus planes de alineación con las mismas.

Algo sobre lo que Frank Elderson sí reconoce que se están dando pasos adelante. «Casi todos los bancos han desarrollado planes de implementación y muchos han comenzado a mejorar progresivamente sus prácticas», avanzó en su discurso.

El reto tras el Covid-19

El BCE parece que ya está pensando en cuál va a ser su siguiente campo de batalla tras el Covid-19 y el cambio climático y sus riesgos están copando un espacio central en todos los mensajes que van llegando desde el organismo, ya sea en lo que se refiere a la utilización de su política monetaria, ya sea en su actividad como supervisor financiero. Ha sido en 2021 cuando lo ha convertido, además, en una de sus prioridades supervisoras.

El jarro de agua fría de Elderson tras el ‘rapapolvo’ de Enria un mes antes, no parece, por tanto causal, así como que los discursos de los primeros espadas de los bancos centrales se centren en los últimos meses en esta medición de riesgos.

El cambio climático gana peso en los discursos de los banqueros centrales

Un ejemplo lo tenemos en el propio Banco de España, donde algunas de las últimas intervenciones del gobernador, Pablo Hernández de Cos, se han centrado en el cambio climático.

Hasta hace unos meses era más habitual que fuera la subgobernadora, Margarita Delgado, la que protagonizara las intervenciones relacionadas con esta materia.

El propio Elderson reconoce que la institución debe ir más allá en lo que respecta a los riesgos climáticos; ante el posibilidad de se esté creando un riesgo global. «La solidez del sistema financiero mundial también depende de que hagamos responsables a los bancos de la forma en que gestionan el riesgo climático», avanzó durante su intervención.

«Deberíamos ampliar nuestra capacidad y experiencia en el tratamiento de temas climáticos, y deberíamos arrojar luz sobre las buenas prácticas en todo el mundo», reflexionó. Porque aunque Elderson alerta del suspenso que pesa sobre las entidades financieras, sí reconoce que hay entidades que están haciendo bien las cosas; aunque se guardó para sí su identidad.

¿Quién es el responsable de los riesgos?

Según los datos avanzados por Elderson, apenas el 40% de las entidades supervisadas tiene asignado específicamente un responsable de riesgos climáticos. Los bancos, no obstante, son conscientes de que todavía están lejos de cumplir con las expectativas marcadas por el organismo y así lo reconocen el 90% de las entidades europeas.

El BCE llevará a cabo el año que viene una revisión supervisora ​​completa de las prácticas de las grandes entidades financieras en esta materia; que afectará a 24 billones en activos.

La revisión de riesgos del BCE afectará a 24 billones en activos y podría influir en el ‘pilar 2’

De este proceso, se podría estudiar cómo trasladar los riesgos climáticos al análisis individual de riesgos de cada entidad, que se incorpora en el ‘pilar 2’ de los requisitos de solvencia, de acuerdo con Elderson.

«Un posible impacto, si lo hay, será indirecto, a través de las puntuaciones del SREP (Supervisory Review and Evaluation Process) en los requisitos del Pilar 2. Pero permítanme enfatizar también que este no es el final del juego. Gradualmente, comenzaremos a tratar los riesgos relacionados con el clima como cualquier otro riesgo; así, con un reflejo en todos los requisitos de supervisión relevantes», avanzó el vicepresidente del consejo de supervisión del BCE.

En su opinión este proceso será muy positivo para la banca. «Este ejercicio de supervisión también ofrecerá a los bancos un fuerte incentivo para reforzar su capacidad de identificar y cuantificar sus exposiciones a los riesgos climáticos y su tolerancia a estos riesgos», señala.

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