La unidad del BCE sobre el cambio climático se rompe: ¿y si es peor una burbuja?

El gobernador del banco central belga cree que el BCE sobrepasaría su mandato si incluye la lucha contra el cambio climático como un objetivo de su estrategia de compra de activos

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE)

¿Estamos ante una burbuja de activos ligados a la sostenibilidad? ¿Y son conscientes los reguladores y supervisores de ello? De momento, ya hay voces dentro del Banco Central Europeo que avisan de lo que puede estar sucediendo.

«A corto plazo, yo estaría más preocupado por una burbuja verde que por unos mercados que no estén valorando el riesgo climático». Así de tajante se ha mostrado Pierre Wunsch, gobernador del Banco de Bélgica y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo.

Su crítica, en declaraciones a la agencia Reuters, pone sobre todo el foco en que considera que el regulador de la política monetaria no debería situar la sostenibilidad como eje de sus prioridades. Algo que, por otra parte, se le está exigiendo desde la industria y hacia donde también camina su homólogo en Estados Unidos, la Reserva Federal (FED)

El BCE debería demostrar que hay riesgo relacionados con el clima y que no se están teniendo en cuenta por el mercado

Pierre Wunsch, gobernador del Banco de Bélgica

Pero Wunsch no es el único que teme a una posible burbuja. Hace sólo unos días, Nicolai Tangen, consejero delegado de Norges Bank Investment Management, ya alertaba de que la situación actual le recordaba a la burbuja de las ‘puntocom’, de finales del siglo pasado. 

Cambio de calado en la política monetaria

En sus críticas a la estrategia que ha puesto sobre la mesa la presidenta del BCE, Christine Lagarde, el belga Pierre Wunsch, abandera la opinión de que colocar la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático en el eje de la política monetaria puede ir más allá del mandato que tiene el propio BCE, que tiene como misión esencial el control de la inflación en la eurozona.

Y el momento es clave, porque el emisor está en pleno proceso de revisión de su papel en el fomento de una economía verde y descarbonizada, que puede incluir sesgos en la compra activos y en el acceso a la financiación de la institución para ‘castigar’ a quienes más contaminen y, en cambio, premiar a aquellas empresas con ratios más sostenibles. 

«No me siento cómodo con la idea de que podemos vencer al mercado de forma sistemática», ha asegurado Wunsch en la citada entrevista, «La carga de la prueba debería recaer en nosotros [el BCE]. Nosotros deberíamos demostrar que hay riesgo relacionados con el clima y que no se están teniendo en cuenta por el mercado», ha recalcado.

A priori, el gobernador del Banco Central belga no forma parte de los países que, en los últimos meses -sobre todo a raíz de la crisis del coronavirus- han abogado por una política económica menos intervencionista y con menos ayudas fiscales. Una estrategia, los denominados ‘países frugales’, en la que sí han estado otros socios europeos como Holanda, Austria, Dinamarca, Suecia y Dinamarca. Sin embargo, sí pone de relieve la falta de consenso dentro de la Eurozona en cuanto a cuál debe ser el futuro papel del organismo con sede en Frankfurt.

Disparidad de opiniones

Hay voces en distintas direcciones, incluida la del exministro español, Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, que en varias ocasiones ha defendido que la institución europea incorpore el cambio climático como elemento clave en la revisión de la estrategia del regulador, por ser un riesgo para la economía, y porque, si no lo hace, no estaría cumpliendo su mandato.

En cambio, el belga Wunsch entiende que, si bien hay que llevar a cabo una revaluación de los riesgos existentes, no hay evidencia de que el cambio climático sea un sesgo persistente y sistémico.

Se corre el riesgo de ir más allá de la política exigible al BCE

Pierre Wunsch, gobernador del Banco de Bélgica

Sí considera que el BCE debe respaldar una información más completa, por parte de los bancos, sobre los riesgos a los que se enfrenta, incluidos los medioambientales. En cambio, cree, que tratar de influir en los precios de los activos en el mercado, podría inflar la burbuja verde y correr el riesgo, por tanto, de ir más allá de la política exigible al BCE. 

Las palabras de Wunsch van en una línea similar a las del presidente del Banco Central Holandés, Klaas Knot, que la semana pasada recordó la que política económica está en manos de los Gobiernos de la UE. «No deberíamos sentirnos tentados a pensar que somos los actores principales aquí. Los actores principales son realmente los gobiernos», indicó en una conferencia del ‘Financial Times’.

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