La CNMV y el Tesoro avanzan normativas más exigentes en ESG para las cotizadas

En un artículo en exclusiva para SOCIAL INVESTOR, la vicepresidenta de la CNMV, Ana Martínez-Pina, repasa el impacto de la revisión del Código de Buen Gobierno en las cuentas de 2020

La CNMV impulsa la información no financiera en su revisión del Código de Buen Gobierno, que entra en vigor para los resultados de este año.

No hay vuelta atrás en el impulso de la ESG a nivel normativo, que será más exigente de cara al futuro para las empresas que coticen en bolsa. Ana Martínez-Pina, vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro y consejero del supervisor de las bolsas españolas, coinciden este jueves en explicar en SOCIAL INVESTOR que las exigencias en materia de transparencia en compromisos ESG va a ser creciente en el futuro inmediato.

En un artículo publicado esta mañana, la vicepresidenta de la CNMV recuerda que la revisión del Código de Buen Gobierno aprobada en junio, que se aplicará en las cuentas que se cierren el futuro 31 de diciembre, ya requerirá de mejor información en una serie de áreas ligadas a la ESG.

«Se refuerzan las reglas de que debe dotarse el consejo para actuar en el caso de que los consejeros se encuentren en situaciones, incluyendo casos de corrupción, que puedan afectar al crédito y reputación de la sociedad», recuerda en su colaboración con SOCIAL INVESTOR.

La aplicación de la revisión del Código de Buen Gobierno arranca con las cuentas de 2020

Otras mejoras que se han introducido van enfocadas «a la supervisión del cumplimiento de la política medioambiental, social y de gobierno corporativo por la correspondiente comisión del consejo» o a «la supervisión de la elaboración del EINF y de los riesgos no financieros por parte de la comisión de auditoría».

Asimismo, «se fomenta la presencia de mujeres en los consejos de administración y puestos de alta dirección fomentando la  diversidad  en aras de una mejor gobernanza y gestión de las sociedades», repasa Ana Martínez-Pina.

La revisión de las normas de buen gobierno -que no son obligatorias para las cotizadas, pero que deben explicar el grado de cumplimiento-, se aplicarán ya a las cuentas que se cierren este año, después de que la revisión se publicara en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a mediados del mes pasado.

Más información no-financiera

En paralelo a la circular de la CNMV, Europa también está dando pasos adelante para exigir mejor información no financiera a las empresas cotizadas, tal como avanza Carlos San Basilio en una entrevista en SOCIAL INVESTOR.

“Ahora mismo se está trabajando en la transposición de una directiva comunitaria que refuerza las exigencias de información no financiera para las empresas», señala. «Cada empresa tiene que retratarse y sus clientes, trabajadores, sus accionistas van a ver hasta qué punto están respetando sus compromisos, como en el caso de la sostenibilidad”, explica.

Esta nueva normativa -que sí será obligatoria cuando vea la luz-, previsiblemente, será más exigente a la hora de exigir a las empresas que revelen sus riesgos en sostenibilidad.

La banca, que siempre ha soportado una regulación más dura, camina a la vanguardia en este nuevo movimiento, y será la primera que tendrá que desnudar estos riesgos de manera pública. La futura transposición de la norma de la nueva directiva, según San Basilio, acercará al resto de empresas a esos niveles.

La Comisión Europea está trabajando en la revisión de la directiva de información no financiera desde principios de año. El plazo abierto para la consulta pública finalizó el pasado mes de mayo.

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