Biden y los demócratas fuerzan un último gesto de Trump hacia las renovables

El paquete de medidas económicas aprobado por el Congreso, que debe pasar por la actual Casa Blanca, cuenta con incentivos para luchar contra el cambio climático

Un acuerdo ‘in extremis’ antes de Navidad y que marca la senda a seguir por la próxima Administración de Joe Biden. El Congreso de Estados Unidos acaba de aprobar un nuevo paquete de estímulo de 900.000 millones de dólares (más de 735.000 millones de euros) para mitigar las consecuencias de la pandemia de coronavirus.

Incluye, además, un proyecto de ley de 1,4 billones de dólares para financiar toda la Administración federal hasta septiembre del próximo año.

Una megainyección de fondos en la que se han incluido proyectos vinculados a mitigar el impacto del cambio climático y la financiación de energías renovables, dos de las cuestiones que ha obviado Donald Trump durante su presidencia pero que, ahora, tendrá que aprobar antes de dejar su cargo el próximo 20 de enero.

De esta forma, el acuerdo entre demócratas y republicanos en la Cámara de Representantes -y que lleva negociándose desde hace semanas, antes incluso de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre- lleva ya el sello, aunque en la sombra, del próximo Ejecutivo.

Biden ha colocado el cambio climático en el centro de su agenda política, con la promesa de volver a los Acuerdos de París y con el nombramiento de John Kerry, exsecretario de Estado durante la presidencia de Barack Obama, como nuevo enviado especial para el clima.

Se trata de un puesto de nueva creación con el que Biden trata de retomar el liderazgo internacional en cuestiones medioambientales.

Una fiscalidad más benévola

El Proyecto de Ley que sale de la Cámara de Representantes requiere que las compañías estadounidenses rebajen la producción de gases HFC (hidrofluorcarbonos), un gas con efecto invernadero que se emplea en los aires acondicionados y en los refrigeradores industriales.

El compromiso es rebajar las emisiones de este tipo de gases en un 12% de cara al año 2036 y en comparación con el ejercicio 2012.

Este objetivo conlleva que Estados Unidos cumpla los compromisos del denominado Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional sellado en 2016 para rebajar los gases que dañan la capa de Ozono y que Trump rechazó firmar a pesar de la presión de los ‘lobby’ medioambientales.

El nuevo proyecto de fondos federales contempla créditos fiscales para las renovables y objetivos de producción solar y eólica en suelo público

Además, el acuerdo entre demócratas y republicados contempla medidas fiscales para impulsar el desarrollo de las energías renovables.

Extenderá los créditos fiscales (del 26%) durante dos años adicionales para los proyectos ligados a la energía solar, mientras que los vinculados a la eólica tradicional los podrán ampliar otro año.

Mientras, la eólica marina, cuyos costes de desarrollo son mucho más altos y que hasta ahora no han tenido créditos fiscales para su instalación, a partir de ahora sí los tendrán: de un 30% y siempre que empiecen a desarrollarse antes de 2025.

Y metas en renovables

Además, el Proyecto de ley de financiación federal también se marca objetivos en cuanto a la producción de renovables.

La meta es producir, al menos 25 GW de solar, eólica y geotérmica en el año 2025. Con un matiz, deben ser instalaciones que estén en suelo público, lo que implica la colaboración público-privada.

Y contempla ayudas federales para desarrollar tecnologías que mejoren las emisiones contaminantes, así como la energía nuclear de nueva generación. En conjunto, serían alrededor de 35.000 millones de dólares en investigación y desarrollo.

«Hemos conseguido estas medidas con un presidente que niega el cambio climático”, recalcó el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “Pero seamos claros. ¿Son suficientes estas medidas para responder a lo que demanda la ciencia? No ¿Son un paso significativo en la dirección correcta? Sí».

«Con Joe Biden en la Casa Blanca, tendremos un líder que lucha contra el cambio climático y tendremos personas que trabajen a contrarreloj para luchar contra esta crisis», adelantó respecto a la nueva estrategia política que llegará a Estados Unidos con el cambio de mandato.

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