Uno de cada cuatro euros emitidos en deuda corporativa europea es ESG

Una cuarta parte de las colocaciones en 2021 serán sostenibles. El sector de utilities ya vende más de la mitad de sus emisiones con esta etiqueta

La deuda vinculada a criterios ESG representará al menos una cuarta parte del total de las emisiones de bonos corporativos no financieros en 2021, frente a sólo el 8 por ciento del año pasado, de acuerdo con datos de Scope Ratings.

En este sentido, en el tercer trimestre el 27 por ciento de las emisiones colocadas estaban vinculadas a criterios ESG; lo que eleva al 23 por ciento la cifra en el conjunto de los nueve primeros meses del ejercicio. En conjunto, las emisiones ascendieron a 110.000 millones de euros en los primeros nueve meses del año, casi el doble que en 2020.

Iberdrola se coloca entre las principales entidades emisoras

Los mayores emisores de bonos con este perfil son la empresa italiana de servicios públicos Enel (10.100 millones de euros) y la empresa inmobiliaria CTP (2.500 millones de euros). También destacan las emisiones de 2.000 millones de euros de Iberdrola, de Mondelez International y Energias de Portugal.

«Empresas de los sectores de utilities, inmobiliario, de bienes de consumo y de transporte y logística fueron los emisores más activos de bonos ligados a criterios ESG en el tercer trimestre de 2021 por volumen», afirma Eugenio Piliego, analista de Scope Ratings. «Las utilities dominaron en gran medida este tipo de emisiones este año y el anterior, pero en 2021 las empresas inmobiliarias se les han sumado con rapidez», añade Piliego.

En seis años, la proporción ha pasado del 2 al 23 por ciento y el número de sectores que colocan bonos sostenibles en sus distintas modalidades se ha expandido con fuerza.

Evolución del peso de las emisiones ESG. Por sectores y años.

De hecho, en los nueve primeros meses del ejercicio, la proporción de bonos ESG emitidos ha aumentado en la mayoría de los sectores y en concreto para las ‘utilities’ ya representan más de la mitad de la deuda emitida este año, cuando en 2020 la proporción fue del 32 por ciento.

«También están surgiendo emisiones regulares en otros sectores, sobre todo en el químico», puntualiza Klaus Kobold, analista de Scope.

En este sentido, desde esta firma ponen como ejemplo otras colocaciones, como la de Nobian y Evonik Industries, que ha acudido al mercado para emitir deuda vinculada a criterios ESG por valor de 525 millones de euros y 500 millones de euros.

También han dado el salto otras compañías como Air Liquide, DSM y LANXESS. Además de las empresas químicas, las empresas minoristas y de telecomunicaciones han mostrado mucho más apetito por la emisión de bonos ESG en comparación con el año pasado.

Muchos de estos sectores han encontrado en los bonos ligados a objetivos de sostenibilidad una herramienta para poder realizar emisiones sostenibles, aunque en algunos casos se están lanzando algunas alertas antes el miedo a que se produzca ‘greenwashing’.

Aceleración en Europa y en Asia

En términos absolutos, el volumen de emisión de bonos vinculados a criterios ESG ha aumentado este año, especialmente en Europa y en Asia, donde los volúmenes duplicaron los del año anterior.

Las emisiones de bonos sostenibles como porcentaje de las emisiones totales de bonos corporativos no financieros también está creciendo en Asia y América del Norte, pero va a la zaga de Europa, ya que por el momento representan el 5 por ciento del total. Los crecimientos, no obstante, se están logrando gracias al incremento de la oferta de deuda sostenible, que ha ampliado su gama más allá de los considerados bonos verdes puros.

«La reducción del porcentaje de bonos puramente verdes muestra la rapidez con la que el mercado está evolucionando en medio de la creciente presión política, regulatoria y por parte de los inversores y de los consumidores para que las empresas mitiguen los riesgos vinculados con el ESG y reduzcan sus impactos más allá de los relacionados con el clima o el medio ambiente», explican desde Scope.

La flexibilidad que da la deuda ligada a objetivos de sostenibilidad está siendo clave para este boom. «Los responsables de la financiación de las empresas en otros sectores menos intensivos en capital y centrados en proyectos están dispuestos a aprovechar la gran demanda de los inversores emitiendo bonos basados en factores no medioambientales: sociales, de sostenibilidad, vinculados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU«, explica la agencia de rating.

«Estos bonos basados en objetivos incluyen indicadores clave de rentabilidad previamente definidos que, si no se cumplen, alteran los costes para el emisor. A su vez, estos bonos vinculados a los indicadores clave de rentabilidad proporcionan un incentivo a la empresa emisora para que logre unos estándares ESG más elevados en todo su negocio y no sólo en un proyecto específico», puntualiza.

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