‘Tirar del hilo’ de los derechos laborales en el textil, tarea pendiente de los inversores ESG

El movimiento internacional 'Know The Chain', apoyado por la española VidaCaixa, promueve que los inversores refuercen las 'due diligence' laborales y de derechos humanos de las cadenas de suministros de las compañías

fábrica de costura

El respeto de los derechos humanos en toda la cadena de suministro debería ser uno de los aspectos más críticos que analicen los inversores antes de invertir en compañías de industrias de alto riesgo como la textil. Considerar estos aspectos sociales es vital por los riesgos financieros, legales y de reputación asociados.

Así lo advierte el análisis ‘Know The Chain’, promovido por la ONG Business & Human Rights Resource Centre, que elabora un ranking anual donde pone nota al desempeño en derechos laborales en la cadena de suministro de las 37 principales firmas de ropa y calzado a nivel global.

Aunque casi todas las empresas (97%) divulgan un código de conducta de proveedores que prohíbe el trabajo forzoso y un proceso de seguimiento de proveedores, estos no son efectivos para prevenirlo ni para garantizar la reparación a los trabajadores, concluye el análisis en que colaboran Humanity United, the Business & Human Rights Resource Centre, Sustainalytics y Verité.

Y es que, de media, estas empresas no alcanzan el aprobado. Están por debajo del 50%, con un 41 sobre 100 del ‘benchmark’ en lo referido a cómo tratan las peores formas de explotación en su cadena de suministro, de acuerdos a estos indicadores.

Puntuación de las empresas textiles en sus cadenas de suministro. Ranking de KnowTheChain.

Casi la mitad de las empresas (49%) obtuvo una puntuación de cero y solo una empresa superó la marca del 50% en los indicadores centrados en el trabajador (en color amarillo oscuro en el gráfico superior).

En el estudio se identifican acusaciones de abuso en las cadenas de suministro de más de la mitad de las empresas evaluadas (54%), con algunas empresas que enfrentan hasta cuatro acusaciones.

Las firmas de lujo, peor

Destaca el pobre desempeño de las firmas de lujo, con una nota media de 31 sobre 100. En el caso de la italiana Prada, la nota ha empeorado en los tres últimos rankings cayendo hasta un 5; mientras que la francesa Kering y la alemana Hugo Boss han mejorado hasta un 41 y un 49 de 100, respectivamente.

«Esta mala actuación de las compañías muestra más una falta de intención que falta de recursos«, valora el informe, que pone como ejemplo los 100 millones de dólares que Prada distribuyó en dividendos a comienzos del año.

Inditex está por encima de la media

En el caso de la española Inditex, la nota otorgada es de 55 sobre 100, ligeramente por encima de la media. El ‘gigante’ con sede en Arteixo obtiene solo 17 puntos en los indicadores centrados en el trabajador.

Hay que recordar que Inditex es el valor del Índice SOCIAL INVESTOR con mejores calificaciones ESG y que la compañía con sede en Arteixo realiza anualmente análisis y auditorías a sus proveedores, para conocer las situaciones laborales de sus principales fabricantes.

A pesar de algunos signos positivos, el informe subraya que el sector carece de las mejoras sustanciales en áreas críticas durante la pandemia como para lograr una recuperación justa.

Los inversores pueden hacer más

El informe pone bajo la lupa el papel de los inversores. Entre las cinco empresas con la puntuación más baja llama la atención sobre que los principales accionistas por posición eran inversores ESG, en tanto que habían firmado los Principios de Inversión Responsable (PRI).

Así, por ejemplo las gestoras estadounidenses Invesco y Vanguard son dos de los principales accionistas de Prada (5/100) y Foot Locker (13/100), aunque están públicamente posicionadas en la lucha contra la desigualdad.

«Esto podría esperarse en el contexto de un aumento en la inversión que incluye consideraciones de factores ambientales, sociales y de gobernanza hasta el punto que ha alcanzado la inversión convencional», apunta ‘Know The Chain’.

No obstante, considera que es una muestra de que los inversores ESG «no están aprovechando su influencia en los asuntos de la cadena de suministro» para garantizar que los trabajadores de reciban, por ejemplo, una reparación por los salarios impagados.

Anima a votar con la directiva de empresas que no respetan los derechos humanos en la cadena de suministro

En este sentido, la ONG insiste en que los inversores deben apoyar las resoluciones de diligencia debida en materia de derechos humanos y votar en las juntas generales anuales en contra de la dirección de empresas que sistemáticamente no demuestran respeto por los derechos humanos en las cadenas de suministro.

Asimismo, les anima a interactuar con los trabajadores y sus representantes y apoyar sus necesidades y demandas, especialmente en casos de alegaciones graves de derechos humanos, como trabajo forzoso, en empresas participadas por sus carteras.

Apoyo inversor para el ‘engagement’

Muchas firmas de inversión ya han dado sus paso en este terreno. De hecho, el movimiento internacional de ‘Know The Chain’ está apoyado por más de 160 grupos inversores y propietarios que controlan un total de 6,2 billones de dólares en activos bajo gestión.

Esta alianza promueve que las gestoras de las inversiones refuercen las ‘due diligence’ laborales y de derechos humanos de las cadenas de suministros de las compañías en que participan, aprovechando herramientas de control como esta publicación anual.

Los firmantes, entre los que se encuentra la española VidaCaixa, se comprometen a integrar desgloses y análisis de terceros sobre los riesgos de trabajos forzosos en sus informes de inversión y a que sean tenidos en cuenta en su política de voto y ‘engagement‘.

Con este compromiso demuestran públicamente su apoyo al Objetivo de Desarrollo Sostenible 8.7 de las Naciones Unidas para erradicar el trabajo forzoso.

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