Norges calienta el debate sobre la fiscalidad como parte de la ESG

El gigante, que gestiona 1,3 billones en activos, será más duro con las empresas con mala evolución en sostenibilidad y pide más transparencia en materia impositiva a las cotizadas

Algunos lo llaman el ODS 18 -el inexistente- porque la fiscalidad, o mejor dicho las prácticas fiscales ‘buenas’ no se tienen en cuenta entre los objetivos de desarrollo sostenible en los que se sostiene la ESG.

Pero algunos pesos pesados de la industria de la inversión, como Norges, lo están ya planteando como un punto clave en el que deben progresar las compañías. Es un debate que la crisis de la COVID-19 ha calentado, por la necesidad de los estados de recaudar con el objetivo de financiar el fuerte gasto público que está provocando la pandemia.

Las autoridades europeas ya han dado pasos en este sentido con las grandes tecnológicas -pagar impuestos teniendo en cuenta donde se generan los ingresos-, pero las políticas de optimización fiscal se mantienen. La propia estructura de la Unión Europea -con tipos impositivos diferentes dependiendo de los países- ya es un hándicap para esta causa.

Norges cree que las empresas deberían ser más transparentes en materia fiscal

Según recoge Bloomberg, Norges, sin embargo, está encima de este debate; empezando por la necesidad de que las empresas avancen en transparencia fiscal.

Para el gigante, las compañías todavía están en esta materia «más retrasadas que en temas climáticos», de acuerdo con Wilhelm Mohn, que supervisa la sostenibilidad en el fondo.

“Muchas empresas aún no han establecido impuestos prudentes políticas, ni informan impuestos sobre un país por país base ”, explica. «Alrededor de un 66% de las empresas en cartera encuestadas son fuertes en divulgación climática, pero esa cifra es de tan solo un 10% en el caso de la transparencia fiscal», apunta Mohn.

Norges y el castigo a la mala ESG

El gigante publicó hace pocos días su informe anual, en el que también recoge su política de voto y sus desinversiones y pretende ser más exigente con el perfil ESG de sus participadas.

El fondo, con activos valorados en 1,3 billones de dólares, cuenta con participaciones en cerca de 9.000 empresas y justifica este paso en una lógica financiera: las empresas con peor sostenibilidad tienen un peor comportamiento.

«Las empresas con una mala nota en ESG están empezando a suponer un reto para la rentabilidad. Cuando el fondo las identifica realizada ‘desinversiones por riesgo'», explica a Bloomberg Carine Smith Ihenacho, que lidera el área de gobierno corporativo en Norges.

El fondo, que realizó más de 30 desinversiones el año pasado, pretende ser más activo en este sentido. «Queremos realizar más este tipo de operaciones», avanza Smith Ihenacho. «Es posible salir de empresas ‘malas’ y ganar dinero al mismo tiempo», reflexiona la ejecutiva.

El fondo calcula que aproximadamente un 1,5% de su cartera estará bajo análisis para estudiar si efectivamente su evolución está siendo positiva.

A nivel de gobernanza, algunas de las temáticas en las que Norges está rechazando más activamente en las juntas de accionistas son la falta de separación en los roles de presidente y consejero delegado; o en la falta de consejeros independientes. Estas dos materias son las que conllevaron mayor oposición en las juntas del año pasado.

Las posiciones en empresas españolas equivalen a un 1,3% de su cartera

Norges es un inversor relevante para la bolsa española. De hecho, entre sus principales posiciones -en términos de control porcentual del capital de la empresa- figuraba al cierre de 2021 una empresa española, Iberpapel, de la que controlaba un 6,9% del capital.

En total, España representa un 1,4% de una cartera multimillonaria, en la que Europa supone alrededor de un tercio.

También es un inversor muy relevante del Tesoro español. De hecho, según su informe anual, entre sus posiciones en deuda pública, la sexta más importante es la de nuestro país.

También está expuesto a inversiones inmobiliarias no cotizadas dentro de nuestras fronteras.

Ahora en portada