Medio centenar de gestoras exigirá un plan climático a sus participadas en 2022

JP Morgan AM, UBS AM, DWS o Fidelity se integran en una alianza de firmas (ninguna española) con 14 billones en activos bajo gestión que instan a presentar y votar en las juntas planes de transición

Contar con un plan estratégico empresarial ambicioso para hacer frente a la transición climática ya no es suficiente. Medio centenar de las grandes gestoras de inversión han elevado su nivel de exigencia ESG y pedirán a las participadas un seguimiento anual del cumplimiento en las juntas de accionistas de cara a 2022.

JP Morgan AM (1,6 billones de euros bajo gestión a cierre de 2020), UBS AM (1 billón), DWS (793.000 millones) o Fidelity International (590.650 millones) son algunas de las 53 gestoras con 14 billones de dólares (12 billones de euros) firmantes de la última iniciativa del IIGCC.

A través del Grupo de Inversores Institucionales sobre el Cambio Climático, su objetivo es la implementación de nuevas medidas de gobierno corporativo para garantizar que las empresas rindan cuentas ante los accionistas en sus compromisos de cero emisiones netas.

En concreto, los inversores firmantes esperan que sus participadas:

  1. Divulguen un plan de transición cero neto.
  2. Identifiquen al director responsable del plan.
  3. Proporcionen un medio para que los inversores voten anualmente sobre el progreso en contra del plan.

Consideran que este último punto para fiscalizar el cumplimiento de las ambiciones climáticas es necesario para evitar el ‘greenwashing’, sobre todo teniendo en cuenta que una quinta parte de las empresas cotizadas más grandes del mundo ya se han comprometido con estos objetivos climáticos.

«Los inversores deben asegurarse de que los objetivos establecidos por las empresas sean sólidos, se implementen correctamente, y que se puedan tomar medidas cuando este no sea el caso«, establece el escrito rubricado por las gestoras del IICGG el 30 de julio.

De lo contrario, consideran que los inversores estarán más expuestos al riesgo climático y que sus esfuerzos para la transición a un futuro con cero emisiones netas podrían verse socavados.

«Poner a votación los planes corporativos de alineación neta cero permitirá a los accionistas enviar un mensaje claro a la Junta sobre la escala y el ritmo de implementación», ha señalado Stephanie Maier, directora global de inversión sostenible y de impacto de GAM Investments, firmante de la declaración.

Ningún apoyo español

En este grupo de inversores firmantes encontramos también compañías como Allianz Global Investors (582.000 millones), Federated Hermes (533.000 millones) o M&G Investments (427.000 millones) y BNP Paribas (390.000 millones).

Asimismo, hay gestoras con patrimonios gestionados menos abultados, pero con una posición destacada en cuanto a la implementación sostenibilidad como Nordea AM (254.000 millones), Robeco (176.000 millones), Candriam (125.000 millones), y Jupiter AM (65.700 millones).

Sin embargo, de momento, no hay rastro de las grandes gestoras nacionales, que pese a los crecientes esfuerzos en ESG, una vez más se conforman con un papel secundario en el activismo climático internacional.

«Necesitamos una acción más urgente y una divulgación más coherente. Esta declaración enfatiza que los inversores quieren ver estrategias, quieren tener derecho a votar sobre ellas y quieren una responsabilidad, métricas y objetivos claros», ha explicado Victoria Barron, directora de inversión sostenible en BT Pension Scheme Management, firmante de la iniciativa.

Todas las exigencias

Entre las expectativas de las empresas establecidas por los inversores en cuanto a la divulgación de un plan de transición, la declaración recoge que este debe proporcionarse dentro de los informes climáticos del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD).

Asimismo, debe utilizar los indicadores de referencia de Climate Action 100+, la red de inversores de la que IIGCC forma parte, como métricas centrales para demostrar su progreso hacia la alineación de cero emisiones netas.

Otro punto al que hace referencia la declaración es la identificación de los directores responsables de la planificación de la transición. Con esto se permite a los inversores determinar quiénes, además del presidente, deben participar en él.

Identificar a los directores responsables del plan de transición permitiría votar en su contra en caso de incumplimientos

Potencialmente, como último recurso, los accionistas podrían votar en contra de su reelección cuando no se haya proporcionado un plan o la implementación es insuficiente.

En cuanto al voto consultivo sobre la implementación de los planes de transición, los firmantes establecen que sería lo deseable en aquellas jurisdicciones con fuertes convenciones de gobernanza y donde lo permita la ley local. 

Alternativamente, donde los votos consultivos no están permitidos, los inversores podrían considerar reflejar su opinión sobre la implementación del plan de transición en su comportamiento de voto en otros puntos de la agenda, así como en la elección de los miembros de la junta.

Los firmantes de la declaración también reconocen el papel fundamental que los ‘proxy’ y los proveedores de datos desempeñarán en la evaluación de la calidad de los planes de transición neta cero y el progreso de su implementación hasta la fecha.

Siguiendo la estela del ‘Say on Climate’

Con esta acción, los firmantes pretenden «asegurar un cambio radical en el gobierno corporativo sobre el riesgo climático» y fortalecer la actividad existente de ‘Say on Climate, que ya ha logrado «resultados significativos» con la campaña emprendida por Chris Hohn.

Ese movimiento, del que forma parte la organización benéfica The Children’s Investment Fund (CIFF, por sus siglas en inglés), es uno de los mayores financiadores del mundo en acciones del cambio climático y ha ganado fama por su exitosa experiencia con AENA.

‘Say on Climate’ planea presentarse a “cientos de grandes empresas a nivel mundial” antes de la celebración de sus Juntas Generales de Accionistas del 2022 y ya ha logrado que cerca de una veintena de empresas, como Ferrovial, se adhieran de forma voluntaria.

No obstante, dicha iniciativa no ha generado tanto interés entre las gestoras de fondos de inversión, con apenas una decena de apoyos, aunque se incluyen firmas de referencia como Sarasin & Partners, NinetyOne o Legal & General Investment Management.

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