Los inversores pro-clima marcan la ruta del sector aéreo hacia las cero emisiones

Climate Action 100+ exige pasos concretos a esta industria -aunque no señala directamente a la matriz de Iberia y Vueling, IAG-, a la que todavía percibe lejos del camino diseñado en el Acuerdo de París

El sector de líneas aéreas es otro de los objetivos de Climate Action 100+. Foto por Vinícius Henrique Photography en Unsplash

En la lista de propósitos de gran parte de la industria de la inversión para 2021, está quedando patente que uno de los objetivos señalados como claves es empujar a que las empresas se comprometan de manera clara con el cambio climático.

Si BlackRock publicaba esta semana su encíclica sobre los compromisos que deben adquirir sus participadas bajo riesgo de exclusión en un futuro de su cartera, este miércoles Climate Accion 100+, una asociación que aglutina a más de 500 inversores que gestionan activos por 52 billones de dólares en activos, ha dado a conocer cuáles son las peticiones de las firmas de inversión hacia un sector concreto: el de las aerolíneas.

Junto con el petróleo y el gas, a la industria del transporte se la considera una pieza clave para que los objetivos marcados en los Acuerdos de París sean alcanzables. Y, por lo que parece, este grupo activista, si bien reconoce que se están produciendo avances, todavía ve lejos a estas empresas de estos objetivos.

«La industria ha tomado varias medidas importantes y bienvenidas para recortar las emisiones del sector de la aviación. Esto incluye la eficiencia y los objetivos de CO2 fijados por la IATA, la ATAG o la ICAO«, repasa Climate Action 100+.

La pega viene en la puntualización posterior. «Sin embargo, tal como están diseñados (estos planes) se quedan cortos para lograr la reducción de emisiones necesarias para que el sector se alinee con los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París», sentencia.

Este apreciación es un toque de atención importante para todo el sector, incluido IAG. La compañía del IBEX no forma parte por el momento de la lista de compañías objetivo de Climate Action 100+, pero si el sector se mueve, difícilmente va a poder quedarse al margen.

Actualmente en la lista de Climate Action 100+ figura la francesa Air France, las norteamericanas American Airlines, Delta Airlines y United Airlines y la australiana Qantas Airlines.

Otros valores muy ligados a este sector en su lista de objetivos son los fabricantes de aeronaves, Airbus o Boeing.

En teoría, los inversores que forman parte de Climate Action 100+ se comprometen a presionar a las participadas que forman parte de este listado, que cuenta con 167 empresas, para que asuman los compromisos del Acuerdo de París y el equipo gestor trabaje por su cumplimiento.

Entre las compañías del IBEX, Naturgy, Iberdrola o Repsol figuran en ella.

Informar para comprometerse ante el mercado

El sector de las líneas aéreas está pasando por un momento complicado por las fuertes restricciones que la pandemia de coronavirus está teniendo en su actividad, pero los inversores pro clima esperan de ellas planes muy concretos sobre cómo van a afrontar el proceso de reducción de emisiones.

Los inversores del ‘lobby’ son muy claros en el documento sobre lo que esperan de ellas: buscan forzarlas para que se comprometa de cara al mercado y esto realmente les fuerce a poner en marcha el plan. Es un forma de ‘atarlas’ para que el proyecto no se quede en «marketing» verde.

Climate Action 100+ lo especifican en cuatro puntos:

  1. Realizar un compromiso explícito con el objetivo de cero emisiones para 2050. «Un compromiso que debe abarcar todas las áreas de negocio, incluyendo a subsidiarias y joint ventures», señalan.
  2. Establecer y dar a conocer un plan «robusto» de transición en línea con las metas del Acuerdo de París. Los inversores buscan con esta difusión un plan claro y que las empresas adquieran compromisos de cara al mercado. Dado que esta transición es voluntaria, dejan poco margen a la iniciativa individual y marcan varios requisitos:
    • Objetivos para el corto plazo (hasta 2025), a medio (2030) y a largo (2050)
    • Un plan de acciones específicas para cada uno de esos objetivos
    • Que el plan cubra a toda la cadena de valor
    • Un compromiso de la empresa que alinee las inversiones futuras con el compromiso a largo plazo en materia de reducción de gases de efecto invernadero
    • Dar a conocer la metodología utilizada para alinear inversiones y objetivos de descarbonización. Establecer KPI’s
  3. Dar apoyo a la investigación, el desarrollo y el crecimiento de las tecnologías clave para la descarbonización
  4. Acelerar la adopción de lo que se conoce como SAF por sus siglas en inglés -los combustibles sostenibles de aviación-. Para Climate Action 100+, este apoyo debe venir por el impulso a la investigación, pero también con otras medidas como precios especiales para aquellos clientes que cubran los costes del uso de estos combustibles.
  5. Impulsar la investigación sobre el impacto más allá de las emisiones de C02 de la aviación y de cómo pueden ser mitigados

El gobierno corporativo y el uso de la TCFD

La lista de exigencias no termina con una hoja de ruta clara hacia las emisiones cero, sino que Climate Action 100+ también exige avances claros en la política de gobierno corporativo.

En concreto, la petición de este multimillonario grupo de inversores pasa por la designación de un componente del consejo que tenga que se encargue de supervisar todo el plan contra el cambio climático y, que por tanto, las obligaciones de cumplimiento recaigan sobre los principales ejecutivos de cada una de las líneas áreas.

Este compromiso también se debe extender a las actividades de ‘lobby’ que realice la compañía y a sus mensajes de cara al público, que, además tienen que ser alineados con los términos del Acuerdo de París.

Un paso que las líneas aéreas objetivo también deberían extender a toda su actividad en las asociaciones del sector. De hecho, una de las peticiones explícitas es que trabajen para que la IATA se adscriba al objetivo de cero emisiones pactado en 2015.

Por último, les exigen la adopción de las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) como base para la difusión de su información corporativa climática.

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