Las estrategias temáticas ganan peso en la inversión responsable

La disponibilidad de más información facilita el lanzamiento de fondos temáticos vinculados a índices. Su ventaja: allana el camino para los productos artículo 9

Los productos financieros vinculados a estrategias temáticas cada vez cobran mayor importancia en el terreno de la ESG.

La inversión se centra en tendencias a largo plazo y con el potencial de actuar como disruptores de la sociedad. Energías renovables o transformación digital son algunas de las que más interés han generado recientemente.

Estas estrategias se han acelerado en los últimos años. Según datos de Morningstar, entre 2018 y 2021 los activos invertidos en todo el mundo estuvieron cerca de triplicarse hasta representar 806.000 millones de dólares. Los fondos temáticos representan, además, un 2,7 por ciento del total gestionado a nivel global frente al 0,8 por ciento que marcaban una década antes.

Más datos, más temáticas

“La disponibilidad de datos ha sido increíblemente importante para la existencia de los ETF temáticos”, señala Rob Powell, jefe de estrategia de productos temáticos en Blackrock, durante una charla organizada en Londres por la firma de servicios financieros Qontigo a comienzos de este mes.

“Hace unos años, las temáticas se consideraban no indexables. En 2016 lanzamos nuestros índices temáticos, que fue un gran paso para demostrar que se podía tener una exposición activa a través de un índice”, apuntó Powell, anticipando que la integración de nuevos datos seguirá siendo importante para la industria.

“Se trata de cómo evolucionan las empresas y cómo se adaptan al entorno cambiante. Aún queda mucho más por llegar”, dijo Christoph Schon, director de investigación de Qontigo.

La peculiaridad, a su juicio, de las temáticas, es que permiten capturar estrategias muy focalizadas, mientras que los sectores económicos por sí mismos son demasiado amplios y diferentes como para enfocarse en ellos “en un mundo en constante cambio”. “Los sectores tradicionales ya no dan la talla en el entorno actual”, aseguró.

A su juicio, además de los cambios sociales experimentados en los últimos años, como el camino hacia la ruta net zero o el teletrabajo, si bien la ESG ha registrado un retroceso en el convulso 2022, la irrupción de estos cambios se ha intensificado este año, beneficiando a las estrategias temáticas.

Las tendencias a vigilar

“Lo que hemos visto recientemente es la aceleración de muchas de las tendencias”, apunta Schon, mencionando, por ejemplo, las ciudades inteligentes y su infraestructura; la ciberseguridad; la economía circular; la automatización y la robótica y los coches eléctricos como algunas de las ramas que más impulso han recibido.

“La percepción es que las temáticas tienen que ver cada vez más con el crecimiento”, dijo Powell, de Blackrock. Así se explica, por ejemplo, la fuga de inversores en las últimas semanas de sectores como la tecnología y el consumo, de capa caída por la guerra de Ucrania y factores como la inflación, y la mayor entrada de capital a productos financieros relacionados con el clima y la seguridad.

Una reciente encuesta sobre inversores minoristas publicada por Etoro refleja también el cambio de paradigma. La prioridad, sin embargo, no se inclina hacia la ESG, ya que un 42 por ciento de los encuestados en España considera que las mayores oportunidades se encuentran en el mundo de los criptoactivos y los pagos digitales, con un elevado consumo energético que no las convierte precisamente en sostenibles. 

Transformación digital y tecnologías limpias son las siguientes temáticas preferidas por los minoristas españoles, mientras que en los primeros puestos aparecen otras como la robótica y el envejecimiento de la población.

“Los inversores españoles están atentos a las nuevas tendencias y transformaciones que afectan a la sociedad y estos cambios marcan sus decisiones de inversión. No obstante, la prudencia sigue predominando en sus inversiones”, apunta Tali Solomon, directora general de Etoro para Iberia y Latinoamérica.

Las gestoras se involucran

Si para los minoristas se trata de una tendencia que cada vez cobra más importancia, las gestoras llevan tiempo impulsando un mayor número de estrategias temáticas.

Para la ESG, la activación en agosto de las modificaciones de la normativa Mifid II, que afectan a las preferencias de los inversores, supone un paso para potenciar el lanzamiento de productos clasificados como artículo 9, la mayor categoría en sostenibilidad que marca el Reglamento de Divulgación (SFDR) europeo.

“En la revisión de Mifid II, para que un producto pueda ofrecerse como sostenible, debe incluir una proporción mínima de inversiones alineadas con la taxonomía y principales incidencias adversas, lo que cumplen los fondos bajo el artículo 9”, explica a SOCIAL INVESTOR Rocío Jaureguizar, especialista en inversión socialmente responsable de Pictet AM en España.

«De todas formas, nuestros fondos bajo el artículo 8 tienen en consideración las principales incidencias adversas y algunos van más allá, con compromiso de mínimos en cuanto a asignación de activos en activos sostenibles», añade.

Desde finales de febrero, la gestora ha lanzado dos fondos ‘verde oscuro’ hasta contar con una docena, anticipándose a la llegada de los cambios normativos y la posible reclasificación de productos para convertirlos en sostenibles. “Ahora bien, si un fondo no tiene objetivo de impacto positivo no va a estar clasificado bajo el artículo 9, sino donde le corresponda”, señala Jaureguizar.

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