La sombra del greenwashing surge en el primer bono verde del Reino Unido

Algunos inversores dudan de que la emisión sea lo suficientemente sostenible. Los proyectos de hidrógeno azul y captura de carbono que quiere financiar son los que crean dudas

Los planes de Boris Johnson para impulsar el hidrógeno azul y la tecnología de captura de carbono le pueden costar perder algunos inversores de cara a su próximo estreno en el mercado de bonos verdes.

Para Triodos, por ejemplo, la inclusión de la financiación de estas tecnologías en el programa marco de emisión va a provocar que no acuda a la subasta, prevista para la semana que viene.

«El marco de bonos verdes del Reino Unido es el primero que consideramos no ser lo suficientemente ecológicos de acuerdo con nuestros estándares», señala William de Vries, director de renta variable y bonos de impacto de Triodos, en un entrevista con Bloomberg.

La gestora habría participado en otras colocaciones de soberanos -aunque no indica si también en la española- y reconoce que en otras ocasiones también ha dudado, aunque esta va a ser la primera vez que la finalmente la rechace.

“Hemos tenido dudas y preguntas con el marco de otros bonos verdes, por ejemplo el de Bélgica, pero después de consultar con ellos decidimos darles el beneficio de la duda ”, explica Vries a la agencia de noticias estadounidense.

Una megaemisión

El programa marco de emisión del Reino Unido se espera que bata todos los récords. En principio, contemplaría poner en circulación unos 21.000 millones de dólares en deuda verde este ejercicio, en lo que se espera que sea el soberano de mayor volumen emitido hasta el momento.

Sin embargo, los proyectos que financiará no acaban de cumplir los requisitos de todos los inversores. Por el momento no existe un estándar universal que especifique exactamente qué debe financiar un bono verde, o que grados alcanza utilizando los fondos para unas tecnologías u otras.

La Unión Europea está trabajando en un primer modelo en paralelo al desarrollo de la taxonomía sostenible, pero no existe una normativa a nivel internacional, aunque el mercado se ha autorregulado.

La tecnología de captura podría evitar que se adopten políticas de reducción de emisiones

Para Triodos, por ejemplo, la captura de carbono no sería una tecnología lo suficientemente verde. El resultado final de estas tecnologías, que entierran el carbono, podría evitar que realmente se adopten políticas de reducción de emisiones.

En cuanto al hidrógeno azul, se produce a partir del gas natural y requiere de la utilización de la captura de carbono. En contraste, el hidrógeno ‘verde’ se genera a partir del agua.

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