La moda de las SPAC abre una nueva vía al activismo accionarial

Esta nueva modalidad, a la que se han apuntado firmas como Elliot, plantea incertidumbres en cuanto a los criterios de gobernanza según los expertos de Cobas

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La intensa actividad de las sociedades de propósito especial para adquisiciones (SPAC, por sus siglas en inglés) en 2020 se ha mantenido en el comienzo del nuevo año, lo que ha abierto una nueva vía de actuación para los grupos inversores que practican el activismo accionarial.

En el primer trimestre del año, la recaudación de estas estructuras se ha acelerado hasta los 97.000 millones de dólares, con un total de 298 SPAC, lo que supera los dos centenares registradas en total durante el 2020, según datos de Lazard.

Estas estructuras se lanzan a bolsa con el propósito de recaudar dinero a través de una oferta pública inicial (IPO). Aunque no son nuevas, el repunte en los últimos meses las han convertido en todo un fenómeno en Wall Street.

No obstante, estas ‘compañías de cheque en blanco’ están tardando en popularizarse en las bolsas europeas, probablemente por la regulación, según Dave Neumann, analista de la firma de capital privado Axon Partners.

El auge de estas sociedades, principalmente en los Estados Unidos, se explica en parte por la volatilidad de los mercados durante el año de la pandemia del Covid-19.  Y es que un inversor de SPAC dispone de protecciones que le permiten retirar el capital con intereses en el momento de la propuesta de fusión de los negocios.

Tanto la posibilidad de que el inversor pueda elegir si desea renunciar a la operación propuesta como las opciones sobre acciones (‘warrants’) son dos de los factores atractivos para la inversión en estas herramientas ante un mercado altamente volátil, explica Neumann, de Axon Partners.

Atractivo para los activistas

En este contexto ha cuajado el activismo accionarial en las SPAC como una vía para desplegar capital, aunque no es el único planteamiento posible.

«Los activistas han acogido el fuerte apetito del mercado por los SPAC como otra forma en que pueden usar sus conocimientos de inversión para desplegar capital», explica Rich Thomas, director gerente del área de asesoría a accionistas de Lazard en Europa.

Elliot ha esponsorizado a dos SPAC durante el primer trimestre

En el primer trimestre, son varios los fondos de cobertura de activistas o ‘hedge funds’ los que anunciaron SPAC. Entre ellos, Elliot ha sido ‘sponsor’ de dos SPAC (de 1.000 y 500 millones de dólares) centradas en tecnología en febrero.

Por su parte, Hudson Executive también ha iniciado una estructura de 600 millones de dólares para compañías de tecnología en crecimiento, mientras que dos SPAC de biotecnología han sido protagonizadas por Corvex Management y Gleenview, con 480 y 690 millones de dólares, respectivamente.

Además, también existe una oportunidad para que el activismo más tradicional capitalice el aumento de los SPAC, ya que algunas de estas empresas de «cheques en blanco» podrían dar «soluciones para las rupturas y desinversiones que los activistas exigen con frecuencia«, añade Thomas.

Campañas bajistas de activistas

En el lado contrario, los activistas también pueden seguir una estrategia de ‘short selling’ dirigida a SPAC, a la finalización de sus operaciones.

El activismo de ‘ponerse en corto’ también ha aumentado en torno a las empresas después de que los procesos de SPAC. De las 8 campañas bajistas desde principios de 2020, cuatro se han realizado en el primer trimestre de 2021.

Desde el arranque de 2020 solo se han producido ocho campañas. La mitad en el primer trimestre de 2021

Entre ellas están las campañas iniciadas por Hinderburg Research en Lordstown y en Clover, la del activista Muddy Waters en XLFleet y la de Phase 2 Partners contra Triterras.

En estos casos, las camapañas nacen de las «preocupaciones sobre los riesgos específicos de la empresa que puedan haber sido subestimados o perspectivas demasiado agresivas que pueden haber sido comunicadas durante el proceso», señala el experto de Lazard.

¿Y los criterios ESG? Cobas ve un conflicto de agencia

A nivel nacional, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, reconoció en la presentación del Plan de Actividades que estudia desde hace meses el encaje de esta alternativa para salir a Bolsa y que el mercado español ya está preparado para poner en marcha esta modalidad, aunque todavía no se haya presentado con éxito ningún proyecto de SPAC.

Para algunos expertos de la industria de la gestión de activos española, esta tendencia que facilita que las sociedades no cotizadas den el salto a los mercados por la vía rápida, plantea dudas sobre el ESG.

«Resulta inquietante el boom de las SPAC, vehículos que representan de facto un cheques en blanco para sus promotores», valora el equipo de inversiones de Bestinver, en su última carta trimestral.

De acuerdo al director de relación con inversores particulares de Cobas AM, Carlos González Ramos, las SPAC plantean varios interrogantes, especialmente en cuanto a la gobernanza.

«La primera duda que podríamos plantearnos es si realmente los incentivos de los directivos y de los accionistas están bien alineados», argumenta González.

¿Hay alineamiento de los directivos y los accionistas en las SPAC?

Y es que cuanto más valor sean capaces de generar, mayor beneficio obtendrán, pero si transcurridos los dos años de plazo no encuentran una compañía que comprar o con la que fusionarse, entonces pierden su capital.

«Si en lugar de eso compran caro, es decir, adquieren una empresa pagando más de lo que vale, ellos no pierden. Tendrán un buen paquete de acciones de esa empresa. Es decir, el conflicto de agencia no desaparece ni mucho menos«, advierte el experto de Cobas AM.

Síntomas del mercado con demasiada liquidez

En un encuentro con la prensa esta semana, el director de renta variable internacional de Bestinver, Tomás Pintó, reconoció que habían sido tanteados por promotores de varias SPAC, pero habían declinado entrar.

«La información disponible en estos casos es poca y, por ahora, hemos dicho que no porque nos asusta», argumentó Pintó.

En esta línea, el director de relación con particulares de Cobas AM cree que las SPAC «parecen la última de las modas de un mercado adulterado por bajos tipos de interés y muchísima liquidez», por lo que recomienda andarse con «mucho ojo con las promesas de beneficios fáciles».

Según el análisis de Lazard, unos 433 patrocinadores de SPAC con más de 140.000 millones de dólares en capital riesgo buscan objetivos de adquisición, un nivel que supera todos los registrados del histórico.

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