La gran banca brasileña impulsa la deuda ligada a objetivos de sostenibilidad

El segundo banco del país, Bradesco, coloca deuda vinculada a metas medioambientales concretas, convirtiéndose en la primera gran entidad del país en hacerlo

Brasil es un mercado muy atractivo para la puesta en marcha de proyectos de sostenibilidad, y aunque la pandemia ha ralentizado la actividad de emisiones de bonos verdes, las entidades financieras están arrancando motores en este sentido, en un entorno que se prevé mucho menos permisivo con los países y las empresas que no se comprometan con la reducción de emisiones.

El segundo banco brasileño por valor de mercado, Bradesco, ha dado otro paso adelante en este sentido con la emisión de deuda ligada a objetivos de sostenibilidad. Es la primera entidad financiera que pone en marcha una colocación de este tipo.

Este tipo de deuda -que en volumen todavía representan una menor proporción que los verdes o los sociales, pero que se están tratando de promover por ejemplo desde el Banco Central Europeo (BCE)-, está ligada a la consecución de una serie de objetivos medioambientales. Endesa, por ejemplo, es una de las empresas españolas que espera utilizarla en todas sus financiaciones del año que viene.

En concreto, los que ha puesto en circulación Bradesco, se utilizarán para financiar proyectos solares y de energía eólica, así como aquellos que ayuden a reducir las emisiones de carbono, como los edificios verdes.

La colocación se habría realizado de forma privada entre inversores, y el «banco dará a conocer anualmente el impacto de los créditos ligados a estos fondos», recoge Bloomberg.

El enfoque ESG gana puntos en Brasil

Se espera que Latinoamérica y Sudamérica ganen protagonismo en el mercado de bonos verdes a lo largo de 2021. Brasil, a pesar de su tamaño, está registrando un volumen de colocaciones todavía muy reducido para su peso –Chile ha sido el gran emisor del área este ejercicio-, cuenta con una enorme capacidad de crecimiento.

La ESG, asimismo, está ganando muchos puntos. En una entrevista con SOCIAL INVESTOR, Ana Rivero, Global Head of Investment Content & ESG en Santander Asset Management, explicaba que estaba siendo un punto clave en los procesos de salida a bolsa en el país.

Brasil, además de formar parte de los índices globales en ESG del mundo que replican los principales ETF especializados en inversión responsable, también cuenta con un índice propio compuesto por las empresas más avanzadas en este modelo inversor.

Se trata del S&P/B3 Brasil Index. Es un indicador calculado por S&P que «busca medir el desempeño de títulos que cumplen con criterios de sustentabilidad y es ponderado por las puntuaciones ESG de S&P DJI», explican sus creadores.

«El índice excluye acciones con base en su participación en ciertas actividades comerciales, su desempeño en comparación con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y también empresas sin puntuación ESG de S&P DJI», añaden desde S&P.

En lo que llevamos de año, este índice se deja un 7,62% en dólares. El Bovespa, el principal índice del mercado brasileño se deja también teniendo en cuenta el tipo de cambio, un 20%.

Este mejor comportamiento indicaría que en el caso de las acciones brasileñas, aquellas que presentan un perfil ESG también se habrían comportado de manera más positiva.

México también cuenta con un índice específico ESG, el S&P/BMV Total Mexico, que seguiría un modelo de selección de valores muy similar al brasileño, ya que sigue exactamente los mismos criterios de exclusión y selección de valores.

El Santander Brasil, el tercer banco de Brasil

Brasil es una economía muy relevante para las empresas españolas, ya que son varias las empresas del IBEX con una fuerte exposición y en el sector financiero la más evidente es la del Banco Santander.

La filial brasileña la entidad que preside Ana Botín va a cerrar el año como el tercer banco por valor del mercado, justo por detrás de Bradesco.

De acuerdo con datos de Bloomberg, el líder en este sentido sería Itaú.


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