La descarbonización del IBEX es cada día más urgente: BlackRock y Vanguard se suman a ‘Net Zero Asset Managers’

Los dos gigantes, grandes inversores de la bolsa española, se integran en este grupo que asume los compromisos del Acuerdo de París y que ya aglutina a gestoras con 32 billones en activos

El cielo contaminado

La industria de gestión de activos gana protagonismo en su papel la transición hacia una economía neutral en emisiones de carbono. Este lunes, BlackRock (7,16 billones de euros en activos bajo gestión) y Vanguard (7,2 billones), los dos mayores grupos inversores por volumen de activos bajo gestión, se han adherido a la iniciativa Net Zero Asset Managers, con la que se comprometen a reducir las emisiones en sus carteras a cero en 2050 y presionando a su larga lista de participadas.

Junto a estos dos gigantes, otras 41 entidades de la talla de Allianz Global Investors, Invesco o Standard Life Aberdeen se han comprometido con el objetivo ‘Net Zero’ en esta iniciativa, que ya suma 73 firmantes y un patrimonio en activos bajo gestión que asciende a 32 billones de dólares, equivalente al 36% del total mundial.

La entrada en el grupo de estos dos inversores es un motivo de presión para las empresas del IBEX, ya que, por su tamaño, están presentes en buena parte de las empresas del indicador; lo que es un nuevo motivo de presión para trabajar en planes claros con los que acercarse al Acuerdo de París.

Y tal como avanzamos en SOCIAL INVESTOR tras la publicación de la carta de Larry Fink, consejero delegado de BlackRock, pocas empresas del principal índice español están preparadas para cumplir con las nuevas exigencias medioambientales del gigante.

Los firmantes ya gestionan más de un tercio del patrimonio invertido a nivel mundial

Las gestoras que se unen a Net Zero se comprometen a apoyar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en los próximos 29 años, en sintonía con los esfuerzos internacionales por limitar el calentamiento del planeta a 1,5 °C.  Los firmantes presentarán un objetivo provisional, en el plazo de un año desde su adhesión a la iniciativa, sobre qué proporción de activos que gestionan contribuyen para alcanzar las emisiones netas cero en 2050 o antes.

Para garantizar un avance real antes de 2050, las gestoras firmantes se han comprometido a establecer objetivos provisionales para 2030, en consonancia con la reducción global del 50% de los gases de efecto invernadero identificada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para detener el calentamiento global en 1,5°C.

En esta línea, los miembros de la red también se han comprometido a apoyar las inversiones que fomenten el mismo objetivo, lo cual incluye priorizar la consecución de reducciones de emisiones en la economía real dentro de las empresas y sectores en los que invierten, lo que pone en alerta a todas sus participadas.

En el caso del Ibex 35, que los mayores inversores del mundo, presentes como accionistas en la Bolsa española tanto de forma activa como por el peso de la gestión indexada, se sumen a esta iniciativa mete presión en su ruta de descarbonización.

“El cambio climático representa un riesgo material a largo plazo para las carteras de nuestros inversores»

Tim Buckley, CEO de Vanguard

“El cambio climático representa un riesgo material a largo plazo para las carteras de nuestros inversores «, dijo el presidente y consejero delegado de Vanguard, Tim Buckley dijo en el comunicado. «Como un administrador de activos de nuestros clientes, reconocemos el papel crucial que nosotros y otras firmas gestoras jugamos para impulsar un progreso real sobre el riesgo climático a tiempo».

Los tres grandes compromisos de las firmantes

Cada organización firmante se han comprometido a crear productos de inversión alineados con las emisiones netas cero para 2050 y facilitar el aumento de la inversión en soluciones climáticas . Para ello, las firmas de inversión se obliga a:

  • Trabajar en colaboración con los propietarios de activos en los objetivos de descarbonización, en consonancia con la ambición de alcanzar las emisiones netas cero para 2050 o antes en todos los activos bajo gestión.
  • Establecer un objetivo provisional para la proporción de activos que se gestionarán de acuerdo con la consecución de las emisiones netas cero para 2050 o antes. 
  • Revisar el objetivo provisional al menos cada cinco años, con el fin de aumentar la proporción de los activos gestionados hasta que se incluya el 100% de los mismos. 

Las gestoras deberán rendir cuentas cada año

Las gestoras de activos que se adhieran a la iniciativa se comprometen a rendir cuentas de forma transparente y rigurosa, con el fin de garantizar que el enfoque aplicado se basa en una metodología sólida, coherente con los criterios de ‘Race to Zero’, y que se están tomando medidas en línea con los compromisos.

Así, los firmantes informarán anualmente de los progresos realizados en relación con las recomendaciones del Grupo de Trabajo para la Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima (TCFD), incluyendo el establecimiento de un plan de acción climática y su presentación a la Agenda del Inversor a través de sus organizaciones asociadas para su revisión.

La iniciativa será gestionada globalmente por seis socios fundadores: Asia Investor Group on Climate Change (AIGCC), CDP, Ceres, Investor Group on Climate Change (IGCC), Institutional Investors Group on Climate Change (IIGCC) y Principles for Responsible Investment (PRI). La iniciativa también está respaldada por The Investor Agenda, de la que las redes de inversores son socios fundadores.  

Un marco para crear soluciones alineadas

El marco ofrece una base para el desarrollo de soluciones de balance cero, cuyas características principales, como detallan desde Standard Life Aberdeen son:

  1. Descarbonizar invirtiendo en «líderes de la transición», lo que significa no limitarse a considerar la huella de carbono, sino adoptar una visión de futuro y evaluar estrategias de transición creíbles.
  2. Asignar capital a soluciones climáticas: esto significa invertir en activos y empresas que ayuden al mundo a descarbonizarse, desde infraestructuras renovables y edificios con bajas emisiones de carbono hasta fabricantes de vehículos eléctricos y proveedores de tecnología de eficiencia energética. 
  3. Cero neto ‘stewardship’: implica desarrollar una estrategia clara de compromiso neto cero con hitos y objetivos que se centran en las empresas más intensivas en carbono de la cartera.

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