Este puede ser el año del récord billonario en deuda sostenible

Con 500.000 millones de dólares en emisiones acumuladas en 2021, la cifra parece asequible este ejercicio

El mercado de deuda sostenible se prepara para marcar este año un ejercicio récord. Con más de 500.000 millones de dólares en emisiones hasta el momento, el ejercicio va encaminado a alcanzar el billón en colocaciones, de acuerdo con Bloomberg.

Son muchas las colocaciones que están pendientes –entre ellas algunas importantes en deuda soberana, como la española o la del Reino Unido-, y las empresas se están volcando en este mercado que les ofrece tipos de interés atractivos y también la oportunidad de ‘vender’ su perfil sostenible.

Este sentimiento ya estaría empujando a un nuevo récord, puesto que las colocaciones en lo que llevamos de año ya superarían en unos 100.000 millones de dólares a las acumuladas en 2020. Hay que tener en cuenta que la primera parte del año pasado fue la más afectada por los efectos de la Covid.

Todo tipo de emisores

Según Bloomberg, los banqueros de inversión estarían esperando emisiones de todo tipo de compañías, entre ellas de las empresas de ‘high yield’ y también titulizaciones.

El otro gran campo de crecimiento son los bonos ligados a objetivos de sostenibilidad. La flexibilidad que ofrecen este tipo de colocaciones, a las que, por ejemplo, ya han recurrido empresas españolas como Repsol, se ha convertido en un revulsivo para el mercado.

«Lo que empezó con la pregunta ¿debo hacer una emisión?, ahora se ha convertido en ¿por qué no la has hecho?», indica a la agencia estadounidense Marilyn Ceci, responsable global de deuda ESG de JP Morgan. «Si no estás en este mercado es muy significativo», añade.

«Todos los emisores quieren demostrar que tienen un modelo de negocio sostenible», apunta en la misma línea Philip Brown, responsable de deuda del sector público en Citigroup en declaraciones a Bloomberg.

Esta última entidad constata que Europa va por delante en emisiones ESG y que el 26% de los bonos corporativos con grado de inversión incorporaban criterios de sostenibilidad medioambiental, social o de buen gobierno corporativo. Hace un año, ese porcentaje se quedaba en el 9%.

«La ESG forma parte de todas las conversaciones sobre emisiones que mantenemos en Europa», reconoce Brown. Además, señala que los inversores están cada vez más concienciados respecto al ‘greenwashing’ y evitar que sea calificada como deuda ESG aquella que no cumple con los criterios necesarios para serlo.

El Banco Central Europeo (BCE) está ayudando a que el mercado mantenga ese tono. De hecho, se le considera uno de los grandes ‘culpables’ del ‘boom’ que están viviendo los bonos ligados a objetivos de sostenibilidad, ya que los ha incorporado a su lista de activos elegibles como colaterales en 2021 (lo anunció a mediados del año pasado).

Christine Lagarde, además, ha adelantado que está dispuesta a continuar ‘innovando’ para favorecer las emisiones sostenibles. En este sentido, por lo pronto, el banco central exigirá que los colaterales cuenten con información corporativa sostenible y esos datos también se solicitarán para los bonos que estén integrados dentro de su programa de compra de activos.

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