El sector del petróleo sufre el veto de grandes inversores nórdicos

El fondo de pensiones sueco AP2, con 35.000 millones de euros en activos, elimina 250 empresas de su cartera por el peso en ingresos de los combustibles fósiles

El sector de combustibles fósiles, donde las petroleras son las reinas, continúan viendo mermada la lista de posibles accionistas por motivos medioambientales.

Esta misma semana, al calor de los nuevos compromisos en materia de emisiones anunciados por la Unión Europea o el Reino Unido, uno de los principales fondos de pensiones nórdicos, Andra AP-Fonden (AP2), ha anunciado el veto a este sector.

AP2, que gestiona activos por unos 35.000 millones de euros, cuenta con un mandato del Gobierno sueco para invertir parte del ahorro en pensiones de los ciudadanos del país y entre sus nuevos compromisos figura vetar a aquellas compañías con ingresos derivados de la venta de combustibles.

Concretamente, AP2 no invertirá en empresas que obtengan más del 1% de su facturación del carbón; más del 10%, del petróleo; y más del 50%, del gas.

Esta reestructuración de su modelo de gestión supone excluir a 250 empresas de su cartera -gran parte de las petroleras del mundo y pone el riesgo a numerosas gasistas-, aunque el fondo de pensiones no ha dado a conocer los nombres.

El fondo nórdico, AP2, veta a 250 empresas de su cartera, por su exposición al carbón, al petróleo y al gas

El motivo de esta nueva estrategia reside en que al desinvertir en estas compañías que obtienen ingresos de la venta de combustibles fósiles, se reducirá el riesgo climático de todas sus inversiones globales.

Así, de acuerdo con AP2, “el clima es la cuestión clave de nuestro tiempo y debe abordarse sistemáticamente. Han pasado cinco años desde que los países del mundo acordaron en París limitar el aumento de la temperatura global a muy por debajo de los 2 grados (Celsius)”, ha señalado en un comunicado.

“Para tener éxito, todas las naciones, y todas las operaciones de la industria, deben asumir la responsabilidad de la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero. Esto se aplica no menos importante a la gestión de activos”, avanza.

Seis principios que guían su cartera en línea con el Acuerdo de París

Desde el 2013, AP2 ha desarrollado y trabajado en una serie de medidas sostenibles que impulsasen que sus carteras estuvieran alineadas con el Acuerdo de París, además de establecer el objetivo de alcanzar emisiones netas igual a cero para 2045 en sus carteras.

Hace 7 años, el fondo comenzó a analizar los riesgos climáticos financieros para las empresas de energía fósil, lo que generó que se opusiera a la generación eléctrica a través de carbón.

Derivado de los posibles riesgos climáticos, AP2 retiró la inversión de acciones y bonos corporativos en un total de 80 empresas y, en 2016, comenzó a desarrollar su cartera de acuerdo con el Acuerdo de París.

Ahora, su desafío se focaliza en lograr rentabilidades sólidas a largo plazo y de bajo riesgo para las pensiones, unos objetivos en los que integra la gestión ESG.

Una cartera alineada con el Paris Aligned Benchmark (PAB)

Con el propósito de cumplir el objetivo de que el calentamiento global no supere los 1,5 grados, establecido en el Acuerdo de París, AP2 ha alineado sus índices internos, carteras de renta variable global y bonos corporativos, gestionados internamente, para asegurar que sean coherentes con el París Aligned Benchmark (PAB).

Las limitaciones no solo se aplican en la compra de títulos, sino también en las emisiones de deuda

«Hasta donde sabemos, esto nos hace únicos porque incluye tanto bonos corporativos como acciones por un valor aproximado de 200.000 millones de coronas (19.500 millones de euros), que es la mitad de nuestra cartera total. Nuestra ambición es finalmente alinear también otras partes de nuestra cartera con la PAB”, según Eva Halvarsson, consejera delegada de AP2.

«En realidad, estamos yendo más allá del requisito de PAB de reducir a la mitad la huella de carbono en el primer año, porque ya estamos reduciendo la huella de carbono de nuestros bonos corporativos globales en alrededor del 75 por ciento y la de nuestra renta variable global en alrededor del 70 por ciento, y nuestro objetivo es alcanzar las emisiones cero netas para 2045», repasa Halvarsson.

Los criterios de este índice de referencia se basan en conclusiones del The Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) y tienen por objeto apoyar el amplio cambio social necesario para alcanzar los objetivos climáticos de dicho acuerdo.

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