El capital riesgo se lanza a por la consultoría y la auditoría ESG en plena transición normativa

KKR cierre la adquisición de una participación mayoritaria en Environmental Resources Management (ERM), que lideran en España Maria Quintana Pedraja, Marcos Gallego y Paola Quijano

Sostenibilidad Unplash

El sector del capital riesgo pone el foco en el mundo de la consultoría y la auditoría ligada con la ESG. Un paso que ha quedado patente este lunes con la adquisición por parte del gigante de la inversión Kohlberg Kravis Roberts (KKR) de una firma especializada en sostenibilidad. 

El gigante estadounidenses KKR -que mantiene inversiones clave en España como MásMóvil o Telepizza, por ejemplo- acaba de cerrar la adquisición de Environmental Resources Management (ERM) con sede en Londres y presencia en 40 países, entre ellos España.

KKR no desglosa el importe de la operación, pero sí que ha llegado a un acuerdo para quedarse con una posición mayoritaria, en la primera consultora ‘pure play’ en sostenibilidad. En concreto, ha adquirido la participación de otras dos firmas de inversión: Omers Private Equity y Alberta Investment Management Corporation

Además, matiza que los socios y el equipo directivo de la compañía permanecerán en ella como accionistas minoritarios.

Es la mayor adquisición de KKR en Europa en lo que va de 2021, valorada en 2.700 millones de dólares

La operación, según la información publicada por la agencia Bloomberg, valoraría ERM en cerca de 2.700 millones de dólares, según fuentes conocedoras de la transacción que no identifica. Este importe supondría para KKR su mayor adquisición en Europa en lo que va de año.

La firma asegura que su foco de negocio es la elaboraciones de planes ESG y de estrategias, para identificar qué problemas tienen las compañías y cómo solucionarlos. Es decir, una labor tradicional de consultoría, con una especialización, además, en el ‘reporting’ medioambiental.

Actualmente, ERM afirma que realiza informes vinculados a World Business Council for Sustainable Development, US Business Council for Sustainable Development, y Global Reporting Initiative; es decir, los estándares GRI.

Además, que preparan a sus clientes la información que se requiere para formar parte del Dow Jones Sustainability Index y el Carbon Disclosure Project, entre otros.

Posicionarse, clave por los cambios que vienen de Bruselas

El trasfondo de este movimiento corporativo es la relevancia que la consultoría y la auditoría en materia de sostenibilidad va a cobrar en los próximos años.

Hace sólo unas semanas, la Comisión Europea anunció la reforma de la Directiva de Información No Financiera (NFRD) que pasará a denominarse ‘Corporate Sustainability Reporting Directive’. Un cambio que va más allá de la modificación de nombre. 

Cuanto entre en vigor -tendrá que trasponerse a las legislaciones nacionales- las grandes compañías cotizadas tendrán que presentar, obligatoriamente, informes de sostenibilidad anuales, que recojan su evolución durante el último ejercicio.

De esta forma, cualquier cotizada de la UE deberá realizar este tipo de informes. Y es ahí donde se abre la puerta a las firmas de auditoría y consultoría especializadas, porque crece el abanico de posibilidades de contratación, del que sólo quedan fuera las compañías más pequeñas, como las que cotizan en el BME Growth.

Una información no financiera que, además, deberá estar auditada y tendrá que ser coherente con la normativa comunitaria y fidedigna. Y, también, deberá ser incluida como parte del informe anual de gestión de la compañía en cuestión y divulgada para que tenga alcance, por ejemplo, a través de un formato digital.

Se trata, por tanto, de una vía de oportunidades de negocio, donde se posiciona el capital riesgo, como queda patente con este paso de KKR.

Abre un nuevo campo de actividad más allá de la auditoría financiera tradicional que, básicamente, está en manos de las ‘big four’, las cuatro grandes firmas de auditoría y consultoría (Deloitte, PwC, EY y KPMG). Cuatro grandes jugadores que también tendrán su papel en el tablero de la auditoría medioambiental. 

Presencia en España

En cuanto a la operación en sí, ERM cuenta con una plantilla de cerca de 5.500 personas, incluidos 580 socios y en 2020 generó un volumen de ingresos de 792 millones de dólares, un 9% más que en el año previo y a pesar del impacto de la crisis del Covid-19. 

En España, EMR cuenta con oficinas en Madrid y en Barcelona, y tiene como socios a Maria Quintana Pedraja, Marcos Gallego y Paola Quijano

En cuanto a la actividad de esta división, que echó a andar en 1990, señala que está enfocada, especialmente, en proyectos ligados al cambio climático y a la descarbonización, también en procesos Due Diligence y que, desde la oficina España, realiza trabajos enfocados al sector petrolero y gasístico en el norte de África (Libia, Argelia, Marruecos o Mauritania).

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