El activismo se apunta una victoria en su pugna contra Exxon y Danone

La presión de los inversores para que las compañías modificaran sus cúpulas han venido acompañadas de subidas en bolsa

El activismo accionarial se ha apuntado dos tantos esta semana. El primero con el gigante estadounidense Exxon Mobile; y el segundo con la empresa de alimentación, Danone.

En el caso de la petrolera, la presión de los inversiores ha conseguido alterar la composición del consejo. El gigante ha dado el visto bueno a la entrada de Jeffrey Ubben, cofundador de ValueAct Capital, y a la de Michael Angelakis, presidente y consejero delegado de Atarios.

A ambos ejecutivos se les considera especialistas en transición de negocio y a Ubben, concretamente, en materia de medio ambiente. En junio, el cofundador de ValueAct abandonó su firma para dedicarse exclusivamente a la inversión responsable.

En cuanto a Danone, además de algunos cambios de ejecutivos, la compañía ha acordado separar el rol de presidente y de consejero delegado que durante los tres últimos años ha acumulado Emmanuel Faber.

Finalmente, Faber dejará de compatibilizar los dos cargos. La empresa va a buscar un nuevo consejero delegado, tras verse ‘asediado’ por una pequeña firma de inversión. 

Bluebell Capital, con una participación minoritaria en el capital, puso en marcha en enero una campaña para relevar a Faber como consejero delegado por ‘su mala gestión‘ y ha logrado su objetivo.

El movimiento de Bluebell Capital ha conseguido que Faber abandone su cargo

“Creemos que debería haber un candidato externo, alguien que no está conectado con el pasado”, declaró Guiseppe Bivona, director ejecutivo de Bluebell.

“Es bueno dividir el rol de presidente y director ejecutivo, pero obviamente lo que queremos, lo que la empresa merece, es un presidente independiente, y con la situación actual este no es el caso”, apuntó Bivona.

La actividad de los activistas no ha sido mala para la acción. Danone suma cerca de un 6% desde que Bluebell comenzara su campaña, que fue bien recogida en bolsa; Exxon se anota en un mes alrededor de un 27% (aunque también se ha visto beneficiada por la subida del precio del petróleo).

Una constante presión sobre Exxon

En los últimos años, el gigante del petróleo ha sido objeto de numerosas críticas por poner el ‘core’ de su negocio de manera persistente en los combustibles fósiles y carecer de una falta de voluntad para comprometerse con los objetivos climáticos de descarbonización del Acuerdo de Paris.

En enero, ya tras la elección de Joe Biden como presidente, presentó sus primeros datos de emisiones y también sus primeros compromisos. Avanzó que reduciría un 20% sus emisiones hasta 2025.   

Con los cambios en el consejo, no obstante, no están cerrados todos los fondos. Otro activista, Engine No.1, mantiene una fuerte pugna con los administradores de la empresa por cómo se está gestionando la empresa y podría calentar la junta de accionistas de la petrolera y mantiene una campaña para fomentar el cambio en la petrolera, denominada «reenergize exxon«.

Uno de sus reproches es que la petrolera no contaba con consejeros independientes especializados en energía y cambio climático. Una opinión que tal vez matice tras la incorporación de los nuevo ejecutivos. Ahora, se espera que Exxon presente una nueva hoja de ruta hacia las cero emisiones de cara a 2050.

“Si bien, Exxon Mobil ahora ha reconocido la necesidad de cambio, lo que falta son directores con diferentes trayectorias de éxito vinculadas en la industria energética que puedan posicionar a la empresa para lograr el éxito en un mundo cambiante”, apuntó Engine No.1.

D.E. Shaw, otro de los inversores que presionan a la petrolera, acogió con satisfacción el nombramiento, ya que agregarán “importantes mercados de capital y experiencia, mientras navegan por la transición a un futuro con bajas emisiones de carbono”.  

En la búsqueda de nuevo CEO

El pasado mes de enero, Bluebell, que había tomado posiciones poco a poco en el capital del gigante Danone, planteó la necesidad de relevar a Emmanuel Faber de su cargo de CEO.

Aunque Bluebell no cuenta con una participación relevante, atrajo a su causa a otros nombres propios del sector, como Artisan Partners AM o Causeway Capital Management, que pidieron cambios en el consejo y a los que Danone ha comenzado a ceder.

Las principales causas de estas presiones se deben a varios puntos débiles que Danone viene arrastrando los últimos años.

En primer lugar, su mala evolución respecto a algunos competidores como Nestlé o Unilever, con mejor comportamiento en mercado.

En segundo lugar, su peor nota en la ‘Governance’ de la ESG, que según ISS, obtendría una cuatro en su escala (la mejor posible es 1 y la peor 10), respecto al 1 de Nestlé.

Y por último, que sus acciones perdieran un cuarto de su valor en 2020 y las ventas cayesen por primera vez en más de 30 años.

Ahora, la empresa está iniciando la búsqueda de un nuevo CEO y, hasta que el puesto no esté cubierto, Faber seguirá al mando del cargo hasta que se establezca un nuevo consejero,

Hasta que un nuevo CEO ocupe esta silla, el consejo también ha realizado nuevos nombramientos entre los que destacan el de Gilles Schnepp como vicepresidente, junto con Cécile Cabanis.

En esta nueva gestión, el cargo de Schnepp lo asumirá Jean-Michael Severino, quien también asume el puesto de jefe del comité de gobierno.

Ante estos cambios, Martin Deboo, analista de Jefferies, señaló que “la presencia de Faber como presidente junto con el exdirector financiero Cecile Cabanis como vicepresidente, probablemente restrinja la latitud de cualquier nuevo CEO”, según recoge Bloomberg.

En paralelo, Danone ha comunicado que venderá una participación en una empresa láctea china por valor de más de 2.000 millones de dólares para financiar recompras de acciones.

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