El activismo colaborativo reúne 200.000 millones contra las tecnológicas europeas

La iniciativa de engagement climático lanzada por Arabesque AM consigue apoyo a través de los PRI. La responsable de ESG de la gestora, Paula Singliarova, avanza a Social Investor los detalles de su primera campaña, que instará a SAP y a otras cinco compañías a divulgar sus emisiones

Activismo climático

El activismo de los inversores comprometidos con el clima no da tregua. El último sector en la diana es el tecnológico, con una nueva campaña dirigida a que las empresas europeas de este sector hagan frente a la falta de transparencia en sus divulgaciones de emisiones.

Esta iniciativa de engagement climático, la primera impulsada desde la gestora Arabesque Asset Management, está recabando apoyos para una acción colectiva a través de la red de inversores de los Principios de Inversión Responsable (PRI).

En poco más de dos semanas ha sido suscrita por inversores institucionales europeos y estadounidenses que gestionan o asesoran más de 200.000 millones de euros, según avanza a Social Investor la responsable de ESG de la gestora, Paula Singliarova.

La acción está dirigida a seis tecnológicas radicadas en Bélgica, Alemania, Dinamarca y Países Bajos con la particularidad de que no tienen un desempeño especialmente negativo en este ámbito, pero no ofrecen suficientes datos para evaluar su «temperatura».

Son la compañía de software alemana SAP, la empresa danesa de servicios de tecnología de la información SimCorp, el proveedor de servicios de software alemán Scout24, la compañía holandesa de semiconductores ASM International y las firmas belgas Barco, de equipamiento electrónico, y Melexis, dedicada a los semiconductores dentro del sector de la tecnología electrónica.

«Estas empresas seleccionadas tienen un muy buen nivel de informes relacionados con las emisiones. Sin embargo, sus divulgaciones están incompletas, con lo que no tienen una nota de temperatura», explica la experta.

El objetivo es animar a estas seis empresas a dar un empujón final en sus informes de emisiones, para informar en línea con los estándares y puedan recibir una puntuación de temperatura, que facilite las decisiones de los inversores.

El foco en los datos

«A pesar de que las tecnológicas son responsables de menos del 3 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, buscamos arrojar luz sobre este sector que a menudo se pasa por alto en la discusión sobre las emisiones», argumenta Singliarova.

La gestora, apoyada en la compañía de datos del grupo Arabesque, ha identificado a estas empresas en el sector de tecnología con las que desea entablar un diálogo constructivo sobre la mejora de las divulgaciones.

En concreto, la campaña consiste en enviar cartas al presidente, al director general y a los equipos relevantes de estas empresas urgiéndoles a publicar una divulgación de sus emisiones de gases de efecto invernadero para los inversores.

Asimismo, si se consigue establecer la comunicación también pretenden brindarles asesoramiento sobre las mejoras necesarias para lograr divulgaciones más completas.

Las seis compañías de la campaña reciben la peor puntuación climática por no desglosar la información adecuadamente

El grupo cuenta con una metodología de datos en su herramienta S-Ray que pone una «nota de temperatura» a las compañías para reflejar el impacto climático y el nivel de ambición en este sentido.

Este sistema otorga a las empresas una nota de 1,5 grados, 2 grados; 2,7 grados o más de 2,7 grados, mientras que da una puntuación de 3 grados a aquellas firmas que no desglosan suficiente información.

Dicha métrica tiene en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero en relación con su sector para identificar los líderes en acción climática. En el caso de estas seis compañías protagonistas de la campaña tienen una temperatura de 3 grados.

Siguientes pasos

Tras el lanzamiento de la campaña de Arabesque AM el pasado 9 de septiembre, la gestora prevé compartir un primer borrador de las cartas con el resto de firmantes de la iniciativa antes del 29 de octubre.

Una vez revisadas, las previsiones de la gestora son tener una versión final del escrito para el 12 de noviembre y proceder a su envío a partir del 17 de noviembre. Una vez enviadas, su objetivo es concertar llamadas o encuentros con las empresas.

¿Cuándo? Pues dependerá de las respuestas de las compañías. Les darán al menos dos meses antes de recordárselo, si fuera necesario, con una segunda carta.

Paula Singliarova no se atreve a predecir cuántas de las compañías reaccionarán a esta iniciativa. «Sería un éxito conseguir establecer reuniones de engagement con las seis, lo vamos a intentar y la pelota estará en su tejado«, afirma.

Interés de las gestoras y fondos de pensiones

Para impulsar o respaldar este tipo de iniciativas de implicación colectiva no es necesario ser accionista de estas compañías, por lo que se va un paso más allá con lo que sería una nueva vía de activismo climático, que también explora TPI o Climate Action 100+.

Entre los miembros que respaldan la iniciativa, de momento, figuran el banco de inversión británico Investec, la gestora francesa Phitrust, el fondo de pensiones alemán Bayerische Versogungskammer y BVK, el mayor fondo de pensiones de Suiza.

No obstante, Singliarova explica que también ha habido acercamientos por parte de aseguradoras y una gestora estadounidense en esta etapa inicial en la que sigue en contacto con diferentes inversores y partes interesadas.

En esta línea, enfatiza que la campaña puede ser respaldada tanto por inversores, independientemente de su tamaño, como por empresas. Estas pueden implicarse activamente en dar forma a las cartas y participar en las convocatorias, o simplemente participar en la firma.

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