Carlos San Basilio: “Hay recorrido para reducir el coste total de la deuda”

El secretario general del Tesoro asegura que el peso del pago de intereses sobre el PIB caerá en 2021 y espera que España mantenga su rating a pesar de la crisis

Carlos San Basilio, Secretario General del Tesoro. David Sáez

La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 está dejando a España importantes cicatrices en su perfil macroeconómico; entre ellas el incremento del endeudamiento. Según las estimaciones enviadas por el Gobierno a Bruselas, la relación de la deuda sobre el PIB aumentará hasta el 118,8% este año y al 117,4% en 2021. Previsiones que instituciones como el Banco de España matizan, y elevan hasta la horquilla del 115,4%-125,6% para el próximo ejercicio.


Primera parte de la entrevista a Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro y Financiación Internacional

El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, reconoce en una entrevista a SOCIAL INVESTOR que 2021 será otro año intenso en emisiones de deuda para sostener el gasto público -unos 110.000 millones de colocaciones netas-, pero insiste en que la sostenibilidad de la deuda españolas está garantizada.

«La Comisión Europea hizo este verano un análisis de sostenibilidad de la deuda de los emisores, y todos éramos sostenibles»

Carlos San Basilio

“No hay duda sobre la sostenibilidad de la deuda española”, afirma categórico. «La Comisión Europea (CE) hizo este verano un análisis de sostenibilidad de la deuda de los emisores, y todos éramos sostenibles, incluso aquellos con una deuda respecto al PIB muy superior a España”, explica.

Para San Basilio, son muchos los argumentos que refrendan que la sostenibilidad de la deuda española no es cuestionable. “Aquí hay que tener en cuenta diversos factores”, reflexiona, “no solo la ratio deuda respecto al PIB, sino el potencial de crecimiento -y el del España ha sido siempre superior al del resto de la UE-, y también el coste de financiación».

En esta línea, reflexiona que «en los últimos años, España lo que ha hecho es reducir el porcentaje de PIB que se destina al pago de intereses y aunque en 2020 se dará un salto por la reducción del PIB nominal; en 2021 se recuperará la senda de descenso del peso de la carga de intereses en la economía; y ésta es la variable fundamental para medir la sostenibilidad de la deuda”.

Los hasta 15.000 millones de euros en bonos verdes que el Tesoro espera emitir en 2021, serán aliados para reducir el coste total de la deuda, porque son emisiones más baratas que las tradicionales.

Por ejemplo, hace pocos días, Caixabank, en su primera colocación de esta deuda, cuantificaba en más de 10 puntos básicos el ahorro logrado gracias a haber optado por un bono con este perfil.

El coste en 2020, cerca del suelo

En los últimos años, la estrategia del Tesoro ha combinado alargar el plazo de vencimiento, con la reducción del coste medio, que ahora se situaría ligeramente por debajo del 2% y “aproximadamente la mitad de lo que era hace cinco o seis años”, apunta San Basilio.

“El coste de la deuda es aproximadamente la mitad de lo que era hace cinco o seis años”

Carlos San Basilio

Carlos San Basilio cree que España todavía tiene capacidad para reducir el tipo de interés total de la deuda. “Si comparamos el coste de la cartera y los de las emisiones de este año – el promedio es del 0,2%-, vemos que todavía hay recorrido para que el coste medio del conjunto de la cartera de deuda se contraiga de forma significativa”.

Sin embargo, también reconoce que los tipos a los que se han colocado las emisiones en 2020, sí que podrían estar acercándose a un suelo, y que el margen de mejora es mínimo. “Es difícil pensar que los costes de financiación del Tesoro puedan ser mucho más bajos de los que han sido este año. Todavía se puede reducir algo, pero estamos ya hablando de puntos básicos”, avanza.

Respecto al papel que está jugando el Banco Central Europeo (BCE) para contener los costes de financiación y la prima de riesgo, el secretario general del Tesoro, reconoce que fue relevante en los episodios de volatilidad de marzo-abril, aunque defiende que la deuda española también mostró su resistencia.

“La actuación del BCE fue rápida y con unos volúmenes muy importantes y fue muy relevante en su momento, en los meses de marzo y abril, cuando hubo una cierta incertidumbre. Lo que también es cierto es que incluso en esos momentos, el bono español a 10 años se situó solo ligeramente por encima del 1%. Estábamos en unos entornos en línea con lo que habíamos estado viendo en los años anteriores”, afirma.

Tras el susto inicial, y pesar de que España tendrá que ser un emisor activo de deuda a lo largo de 2021, el Tesoro confía en el apetito de los inversores y no cree que sea imprescindible que el BCE mantenga su programa de compras para contener la prima de riesgo.

“Estamos viendo que en los bonos que el BCE no puede comprar, como en las emisiones a 50 años, también tenemos una elevadísima demanda y una evolución muy positiva de la rentabilidad absoluta y los spread. Por lo que el papel del BCE está ahí, pero no lo explica todo”, opina.

Entre los otros factores que apoyarían a la prima de riesgo española, San Basilio enumera varias vertientes de la política institucional. “Las medidas que se han adoptado en España y los distintos países afectados por la crisis, el paquete de apoyo y de liquidez potentes aprobados ya en abril, el plan de recuperación y resilencia, o la emisión conjunta de deuda…”, enumera.

España mantendrá su rating

Con este contexto, el secretario general del Tesoro, confía en que las agencias de calificación mantendrán el rating a España en los próximos meses.

“He cambiado un poco el discurso porque el año pasado defendía que tenían que subirlo, porque estaban tardando mucho en reconocer la mejora de la economía española. Ahora parece realmente difícil que nos lo suban, pero lo que estamos viendo es que las agencias de rating están valorando muy positivamente las medidas decisivas que se han tomado a nivel nacional”, apunta. 

En el caso concreto de España, habrían destacado positivamente en sus últimos informes iniciativas como los ERTE, las líneas de avales del ICO o la respuesta europea “que es una red de seguridad que da confort”, así como la cómoda posición desde el punto de vista de la financiación, con unos costes “muy reducidos”, destaca Carlos San Basilio.

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