Bancos y gestoras tendrán un estándar científico net zero en 2023

130 billones de dólares bajo el paraguas de la industria financiera se han comprometido a ser cero emisiones en 2050. El año que viene llegará una herramienta que compare y valore su evolución

El sector financiero contará también con un estándar propio para alinear sus planes de descarbonización con criterios científicos.

The Science Based Targets Initiative (SBTi), una asociación que analiza si los planes de descarbonización de las compañías cuentan con base científica y que ha surgido de la alianza de CDP, United Nations Global Compact, World Resources Institute (WRI) y el World Wide Fund for Nature (WWF), ha publicado una primera guía y espera contar con un estándar a principios de 2023.

Este documento fundacional recoge muchos de los puntos a considerar por las entidades financieras, y la organización espera gracias a él hacer comparables los distintos planes de descarbonización de la industria financiera; ya sean bancos o gestoras.

El mercado, de hecho, es algo que demanda y la necesidad de enfrentar estrategias y contar con elementos para valorar si existe o no ‘greenwashing’ es algo que gana urgencia; especialmente, tras la fuerte adhesión a compromisos net zero de gestoras y de bancos a lo largo del año pasado, contextualizados dentro de la fiebre corporativa por las cero emisiones que se vivió en los prolegómenos de la COP 26 de Glasgow.

En total, en base a esos compromisos, un total de 130 billones de dólares en activos gestionados por la industria financiera se han comprometido a descarbonizarse hasta 2050, pero el activismo climático exige pruebas y duda de la firmeza de los compromisos.

En este sentido, y aunque la base científica es uno de los pilares de grupos como la Net Zero Banking Alliance, a la que se han sumado todas las entidades del IBEX, no existirían modelos comparables para ‘validarlos’.

SBTi trabaja en esta iniciativa desde finales del año pasado, cuando abrió un proceso de consulta cerrado este mes de abril del que ha salido este primer documento.

El proceso de consulta de este nuevo estándar arrancó a finales de 2021

En lo que queda de año, el objetivo es que todos los grupos de interés puedan participar en la elaboración del desarrollo técnico que permita a bancos, gestoras de activos y otras entidades financieras implementar estos criterios en su hoja de ruta hacia las cero emisiones y así dar con un estándar completo en 2023.

La organización está trabajando en numerosos estándares sectoriales. El del sector financiero es uno de los que está más avanzado, pero cuenta con proyectos en distintas fases para la industria del aluminio, la moda, aviación, inmobiliario, cemento, química, bosques o agricultura o las tecnologías de comunicación.

Hasta 69 compañías españolas ya están ‘auditando’ sus compromisos con SBTi

En la actualidad, hasta 69 compañías españolas someten sus planes de descarbonización a validación por parte de SBTi, aunque en diversos grados.

Actualmente, pueden encontrarse empresas ‘comprometidas’, que estarían esperando a que la organización validara su hoja de ruta, o que ya cuenta con objetivos fijados a corto o a largo plazo, suficientes para cumplir con el Acuerdo de París.

La selección española

Muchas cotizadas están dentro de este grupo. Por ejemplo, Cellnex, Acciona, Inditex, Iberdrola o Indra tendría validada ya su hoja de ruta climática alineada con París, pero solo en objetivos a corto plazo. Varias de ellas, además, cuentan con el compromiso de ser cero netas en 2050.

En el caso de la banca del IBEX, solo BBVA figura en la lista de compañías ‘comprometidas’ (es decir que se han adherido a la validación), pero todavía no tendría ninguno de sus objetivos de descarbonización aprobados.

La entidad que preside Carlos Torres es el único banco cotizado en el índice español que ha publicado objetivos concretos para reducir su aportación de crédito a sectores más allá del carbón.

También Cajamar forma parte en la lista de empresas ‘comprometidas’ en SBTi, aunque tampoco habría logrado todavía la validación de los contenidos.

Lo voluntario frente a lo obligatorio

La aceptación de la supervisión por parte de SBTi no es obligatoria. Como la adhesión a Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TFCD), las empresas que están optando por sumarse a estos grupos de control o de ‘reporting’ lo hacen desde una perspectiva voluntaria, al menos desde el punto de vista normativo, porque los inversores sí lo están demandando.

Por el momento, no existen normativas que fuercen ni a publicar, ni a dar cuenta de forma continuada sobre información relativa al cambio climático. Aunque el informe de Información No Financiera que publican las cotizadas españolas iría en esta línea, su contenido estaría lejos de las exigencias del mercado.

Los reguladores, no obstante, sí lo están considerando. La reciente propuesta de la SEC estadounidense para fomentar la publicación de datos de impacto climático en las cotizadas busca aplicar un control extra sobre todas aquellas compañías que hubieran suscrito objetivos cero netos, que permita realmente evaluar su cumplimiento.

En paralelo, la industria de la inversión responsable busca que la Comisión Europea tenga también en cuenta los compromisos net zero en la elaboración de la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive). En concreto, Eurosif y PRI han pedido que se exija a las cotizadas información clara sobre sus compromisos cero netos y cómo se están alcanzando; lo que es una salvaguarda para evitar el greenwashing corporativo.

Como SBTi, ambas asociaciones ven que la ruta a seguir es actualmente poco transparente.

Ahora en portada