Así usan los fondos de deuda su creciente poder sobre los estados

Los expertos de Pimco, Fidelity, Newton, Invesco y Federated Hermes explican los retos para el 'engagement' ESG que enfrentan las gestoras que invierten en bonos

El mundo

La pandemia ha dejado una extensa factura con récords en la deuda pública global que los países tardarán en pagar. En un mundo tan endeudado, el poder de los acreedores de los Estados soberanos crece y las grandes gestoras de activos ya establecen procesos de ‘engagement’ impulsando el desarrollo sostenible.

La implicación de los inversores con los emisores soberanos es una tarea compleja a la par que necesaria, ya que representan el 50% del mercado de renta fija por volumen, según explican los expertos Pimco, Fidelity, Invesco, Newton (BNY Mellon IM) y Federated Hermes a SOCIAL INVESTOR.

La primera cuestión a resolver es la accesibilidad de los Estados, ¿cómo interactuar con los emisores soberanos? Hay dos caminos según el peso del inversor y la actitud del país que son la vía individual y las actuaciones de grupo.

«Los emisores soberanos están cada vez más disponibles a lo largo del año para celebrar reuniones en persona y cada vez más en línea para debatir temas de compromiso», asegura Lupin Rahman, jefa global de crédito soberano y responsable de la integración de ESG en las estrategias de inversión de Pimco.

Para la gestora estadounidense, una de las mayores tenedoras de renta fija a nivel global con un patrimonio de activos de 1,81 billones de euros a cierre de 2020, las reuniones itinerantes son «un lugar natural para discutir temas clave de crédito y ESG», especialmente en la mayoría de los mercados emergentes.

Las formas de compromiso incluyen también conversaciones con los funcionarios del tesoro «en el momento de la emisión y de forma continua con la redacción de cartas», explica Mitch Reznick, director de renta fija sostenible en negocios internacionales de Federated Hermes.

«Los países soberanos, especialmente los más pequeños y los mercados emergentes, no son tan activos de forma recurrente como muchas empresas», asegura Reznick, quien cree que «la cultura del compromiso está cambiando».

A pesar de ello, Federated Hermes (533.000 millones bajo gestión a marzo) considera que todavía es un reto hacer ‘engagement’ con los Estados soberanos porque no tienen la misma infraestructura de relaciones con los inversores.

La implicación en ESG con los emisores soberanos enfrenta desafíos considerablemente mayores que con las corporaciones

«La implicación en ESG con los emisores soberanos enfrenta desafíos considerablemente mayores en comparación con las corporaciones, debido a los ciclos electorales y la falta de ‘Ministerios ESG’ de ventanilla única, similares a los departamentos de sostenibilidad corporativa», coinciden en Fidelity (590.650 millones a cierre de 2020).

La unidad hace la fuerza y por ello, los grandes inversores institucionales optan por adherirse a organismos supranacionales como la red internacional de inversores respaldada por las Naciones Unidas UNPRI (los Principios para la inversión responsable).

Estos organismos supranacionales pueden funcionar para coordinar y estandarizar los esfuerzos de ESG en todos los países, ayudando a que se mantengan más allá de los ciclos electorales de cada país.

Además, la voz colectiva de los inversores llega presionar a las agrupaciones de países como el G20. También destaca entre otras vías de compromiso las conferencias del sector, como las reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.

¿Cuáles son las prioridades en ESG?

Las agencias de calificación y los inversores han considerado históricamente los aspectos relacionados con el buen gobierno al evaluar el riesgo soberano, además de temas más recurrentes como las perspectivas macro y el riesgo de incumplimiento de la deuda.

Sin embargo, cada vez más, «la sostenibilidad medioambiental y social se está convirtiendo en una parte explícita de su evaluación, ya que buscan el crecimiento económico a largo plazo y la estabilidad macroeconómica de una manera más sostenible», argumenta Cathrine De Coninck-Lopez, responsable global de ESG en Invesco (1,18 billones a marzo).

En esta línea, el experto de Federated Hermes señala a la gobernanza como la dimensión más importante de los factores ESG porque «afecta tanto a las políticas medioambientales como a las sociales».

Entre los temas que más se abordan en estos encuentros, la experta de Pimco subraya la adaptación a las vulnerabilidades climáticas y la elaboración de objetivos climáticos ambiciosos, así como la mejora de los indicadores sociales y las regulaciones del mercado laboral.

Los ODS son un aspecto importante a la hora de evaluar la puntuación ESG de un país

Uno de los marcos más útiles para los inversores, que velan por el interés de sus créditos y bonos, es el avance de los países en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que firmaron en 2015.

Estos Objetivos «proporcionan un marco excepcional, con una taxonomía simplificada, mediante el cual los soberanos pueden crear marcos de financiación sostenible«, asegura Reznick, de Federated Hermes.

Los 17 ODS se dirigen a un total de 169 metas que son medibles con indicadores muy específicos y la comunidad inversora considera que estos representan un marco «bien estructurado» para abordar los retos de sostenibilidad a largo plazo, detalla Andrew Parry, director de ESG de Newton.

Y no solo desde la perspectiva de los riesgos, también desde las oportunidades para que inversores y emisores aborden las emisiones a largo plazo de una manera clara y coherente. Asimismo, son útiles para que haya una «alineación de los intereses», explica el experto de Newton.

Muy pocos soberanos han aprovechado la opción de emitir deuda vinculada a los ODS

No obstante, la mejora interanual en dichas métricas «de momento, no va a tener un impacto significativo en los ‘spreads’ de la deuda, que ya son ajustados«, aclara el responsable de la gestora especializada del grupo BNY Mellon Investment Management (1,86 billones de euros).

«Los ODS son un aspecto importante a la hora de evaluar la puntuación ESG de un país y, por tanto, influyen indirectamente en el acceso de un soberano a la financiación de los mandatos ESG», señala Rahman, experta de Pimco.

Sin embargo, hasta ahora muy pocos soberanos han aprovechado la opción de emitir deuda vinculada a los ODS.

Los mercados serán el mejor jurado para obligar a los países a abrazar las promesas y cumplir los ODS

Y es que hay retos por delante en lo relativo al cumplimiento y vigilancia. Para ello, según Jenn-Hui Tan, de Fidelity, «los mercados serán el mejor jurado para obligar a los países a abrazar las promesas y cumplir los objetivos».

Impacto en el coste de las emisiones

La experta de Invesco recuerda que el interés por introducir las consideraciones ESG en las emisiones de deuda también está ligado al impacto potencial en las condiciones de financiación, ya que las inversiones “verdes” cuentan con una importante demanda adicional que pueden reducir el coste de la financiación.

«Una buena puntuación ESG estática no es necesariamente suficiente para garantizar un bajo coste de financiación, pero los países que han mejorado sus puntuaciones de ESG tienen un acceso más fácil a los mercados internacionales», añade el responsable global de inversión sostenible en Fidelity.

En el medio y largo plazo, el experto prevé una convergencia entre la demanda de inversores que buscan inversiones sostenibles y los países estarán dispuestos a realizar emisiones sociales, verdes o sostenibles. A su juicio, estos productos estarán menos correlacionados a los ciclos económicos, lo que se traducirá en una situación de beneficio mutuo para todas las partes involucradas.

«Estamos convencidos de que en el futuro irá a más y que en los próximos años si veremos un impacto superior y medible, hasta el punto de que puede darse el caso de que se conviertan en un estándar y que se penalice a aquellas emisiones que no cumplan ciertos criterios», concluye De Coninck-Lopez de Invesco.

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