50 gestoras se alían para fomentar las buenas prácticas en el reconocimiento facial en plena polémica con TikTok

Candriam lidera una iniciativa de 'engagement', apoyada por los PRI, para que se prioricen los derechos humanos en la utilización de esta tecnología

Medio centenar de gestoras de inversión, con 4,5 billones de dólares (3,7 millones de euros) bajo gestión a nivel global, se han comprometido a priorizar los derechos humanos en relación con el uso de la tecnología de reconocimiento facial y buscar un diálogo constructivo con las empresas que la desarrollan o utilizan.

Esta iniciativa ESG promovida por Candriam ha sido apoyada por gestoras como Aviva Investors, Sycomore Asset Management, Domini Impact Investements, Storebrand AM, DNB, Degroof Petercam AM y BMO Global AM, que han suscrito la ‘Declaración del Inversor sobre Reconocimiento Facial’.

Este apoyo público a este programa de ‘engagement’, lanzado en marzo y que ha sido acogido de manera positiva por los Principios para la Inversión Responsable (PRI) de Naciones Unidas, coincide con la polémica que ha suscitado en los últimos días la popular ‘app’ de vídeos TikTok.

TikTok recopila información biométrica de sus usuarios

Este servicio de intercambio de vídeos de origen chino ha revisado su política de privacidad en los Estados Unidos de forma que recopilará automáticamente información biométrica, como el reconocimiento facial y las huellas vocales, del contenido que se publique en la plataforma.

Se trata de solo un ejemplo de cómo la tecnología de reconocimiento facial en su forma actual corre el riesgo de violar los derechos de la privacidad individual al carecer del consentimiento de las personas identificadas y de una supervisión oficial.

Las identificaciones erróneas son «mucho más frecuentes de lo que se podría esperar», según Candriam, que puntualiza que estas se producen de manera más sistemática entre determinados grupos étnicos, lo que ha ocasionado detenciones ilegales.

“Las tecnologías de reconocimiento facial están cambiando nuestras vidas y tienen el potencial de plantear riesgos reputacionales, operativos y financieros para las empresas, así como riesgos significativos para los derechos humanos», ha explicado Benjamin Chekroun, analista de ‘proxy voting’ y ‘engagement’ en Candriam.

¿A qué se comprometen?

En este contexto, los 50 firmantes de la ‘Declaración del Inversor’ constituirán en los próximos meses la base de un diálogo con las empresas como parte de un programa de compromiso colaborativo de carácter informado y constructivo, con una duración inicial de dos años.

«Creemos que los inversores tienen un papel que jugar, junto con los reguladores y los expertos independientes, a la hora de garantizar que las empresas adoptan las mejores prácticas en el despliegue y el uso crecientes de las tecnologías de reconocimiento facial», señala Louise Piffaut, analista senior ESG de Aviva Investors.

Con la creciente evidencia acerca de los potenciales impactos para la sociedad que puede generar esta tecnología, en especial acerca de la exacerbación de los sesgos y de la desigualdad racial, las empresas deben divulgar sus procesos y la manera de evaluar sus impactos sobre los derechos humanos para poder gestionar estos riesgos, según argumenta Piffaut.

Como parte de su programa de compromiso más amplio, Candriam ha publicado un documento informativo con directrices a los inversores sobre los riesgos y las oportunidades de inversión de esta tecnología y sobre los motores clave que subyacen a la adopción global de los productos que la incluyen.

Objetivos de ‘engagement’

A pesar de que el mercado del reconocimiento facial es una parte relativamente pequeña del mercado de la tecnología, los gigantes tecnológicos de Estados Unidos y de China han desarrollado sus propios productos y servicios de reconocimiento facial.

En el mercado estadounidense destacan nombres como Amazon, Google, Facebook, IMB, Microsoft, Aware o FaceFrirst, mientras que en China hay actores como Tencent, Alibaba o Huawei.

En Europa, entre los participantes más señalados del mercado de la tecnología de reconocimiento facial sobresalen las españolas FacePhi y Herta Security, así como la francesa Idemia y la holandesa Gemalto.

Las compañías españolas FacePhi y Herta Security trabajan con esta tecnología

Después de dominar la recogida y el análisis de los datos de comportamiento ‘online’ de sus usuarios, estas empresas se están trasladando ahora al mundo físico, explica Candriam.

«Para estas empresas, sus gobiernos o sus clientes empresariales, resulta importante garantizar que el desarrollo y el uso de esta tecnología se lleva a cabo de manera ética, con la regulación y la supervisión adecuadas», señala la iniciativa.

Regulación en avance

Según explica Candriam, aunque no existe ningún marco global común en relación con la regulación de la recogida de datos biométricos y de su uso esta se extiende por todo el mundo.

No obstante, hay excepciones como Bélgica y Marruecos, así como en varios estados y ciudades de Estados Unidos han prohibido el uso de las tecnologías de reconocimiento facial.

Mapamundi con el uso de la tecnología de reconocimiento facial. El azul oscuro los lugares donde se usa y en rojo aquellos con prohibiciones. Imagen de Candriam.

En Europa, la Comisión de la Unión Europea ha propuesto el primer marco legal para la Regulación de la Inteligencia Artificial.

En China, se ha publicado recientemente un borrador estándar sobre los Requisitos de Seguridad de los Datos de Reconocimiento Facial.

Ahora en portada