Latinoamérica prepara un 2021 récord en emisiones de bonos verdes

Chile está copando el mercado de emisiones verdes en 2020, aunque el potencial de sudamérica es muy significativo, por el impulso que tendrá Brasil

El potencial de emisión de los bonos verdes en Latinoamérica es creciente

Los ‘green bonds’ o bonos verdes se han convertido en más que un concepto de inversión sostenible en América Latina. Mientras los niveles de emisiones han caído en la mayor parte del mundo en el primer semestre de 2020 en relación al mismo período del año pasado por el Covid-19, Latinoamérica ha mantenido su cifra de emisiones en el mismo período de 2020, según datos del Climate Bonds Initiative (CBI).

Pero las perspectivas de emisiones para 2021 son mejores y pueden llegar a marcar un nuevo récord si la confianza de los inversores sigue fuerte. Después de las incertidumbres de la primera parte del año, en apetito por este tipo de bonos se ha recuperado. De hecho, en el tercer trimestre ya ese están marcando máximos con el periodo.

Tras las incertidumbres del primer semestre, el mercado de bonos verdes está recuperando

Así, el volumen total en el Reino Unido ha alcanzado los 69.400 millones de dólares, según CBI. Estados Unidos fue el líder, seguido de Alemania y Francia, aunque Europa, como continente, ha ocupado el liderazgo. En concreto, ha emitido el 55% de los bonos verdes que se han vendido en el mundo, de un total de 91.600 millones de dólares.

España pronto de unirá al grupo de países emisores. En una entrevista en exclusiva con SOCIAL INVESTOR, Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro, avanzó que tras la aprobación de Presupuestos, está previsto poner en circulación una emisión de entre 10.000 y 15.000 millones de euros del primer bono verde español en 2021.

Entrevista completa con el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio

La ventaja de Chile

“Los bonos verdes van a dominar entre otros títulos temáticos, porque ofrecen mejores datos sobre lo que se puede classificar como verde y esto es muy relevante para dar seguridad y atraer al inversor”, afirma la directora-ejecutiva de CBI, Justine Leigh-Bell.  

Para Latinoamérica las perspectivas son muy opositivas de cara a los próximos meses «especialmente porque Chile tiene perspectiva de lanzar nuevos títulos soberanos verdes en 2021”. Los analistas explica que esto es un indicativo de que la búsqueda de una mayor rentabilidad se ha asociado a un movimiento de cambio de postura entre los inversores por una agenda socioambiental más positiva para el mundo, visión que ha ganado fuerza con la pandemia del coronavirus.   

De hecho, Chile ya ha sido el responsable una buena parte del volumen de bonos verdes emitidos en la primera mitad del año en América Latina.

El volumen emitido por Chile, por 3.800 millones, contrasta con los 435 millones de Brasil

En concreto, de acuerdo con datos de CBI, las colocaciones chilenas habrían alcanzado los 3.800 millones de dólares de los 4.500 puestos en circulación en el conjunto de América Latina. La cifra ha quedado muy lejos de la registrada por Brasil, que apenas ha puesto en circulación 435 millones en deuda verde, pero que debería ir a más.

El gran potencial brasileño

“Brasil tiene una gran oportunidad de mostrar al mundo su potencialidad, especialmente en lo que se refiere a la agricultura”, afirma Justine Leigh-Bell. Para la directora de CBI, hay que recordar que la agricultura tiene un papel importante en la solución del problema de las emisiones globales.

La preocupación por el cambio climático incrementa la disponibilidad de recursos y diversificación de los mecanismos de financiación para proyectos de economía de bajo carbono. Pero para Leigh-Bell, “hay mucho trabajo adelante”, refiriéndose al desarrollo del mercado de capitales para finanzas verdes y la adopción de políticas de transparencia en la información, que garantice la seguridad del inversor. Esta es una de las iniciativas del CBI en el país.

Climate Bonds Initiative planea presentar una taxonomía en portugués para acelerar el mercado brasileño

Así, planea lanzar una versión en portugués de una taxonomía para proyectos verdes, o sea definiciones sobre activos y proyectos que se cualifican para financiamiento verde, lo que va a poner Brasil en línea con los criterios internacionales.

En Brasil existe una amplia variedad de productos derivados de renta fija que sirven para captar recursos para proyecto con un impacto ambiental positivo, como las letras financieras o los certificados de agronegocio o inmobiliarios. Se estima que el stock de los primeros alcanza los 10.000 millones de dólares, de acuerdo con datos del regulador del mercado de capitales en Brasil, la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM).

El necesario impulso de una taxonomía única

Uno de los más grandes desafíos del sector financiero de América Latina es la definición de términos como “verde e sostenible”, pues todavía no hay un único patrón internacional implementado.

La Unión Europea cuenta ya con una primera taxonomía, pero hay iniciativas similares en otros países como Canadá, China, Mongolia y Malasia, de acuerdo con el informe “El Mercado Emergente de Finanzas Verdes en Brasil”, del grupo de Finanzas Brasileñas Sostenibles (FIBras), que es una iniciativa de colaboración bilateral entre los gobiernos de Brasil y Alemania, fundada en 2008. 

El principal riesgo para el inversor de la ausencia de definiciones contra el greenwashing. “Estamos exigiendo más divulgación de informaciones socioambientales en los informes de compañías que debutan en las bolsas y la taxonomía es un concepto fundamental, explicó Marcelo Barbosa, presidente de la CVM en Brasil, durante su participación en un webinar, en el que CBI anunció una guía de taxonomía en portugués.

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