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La ruta ‘net zero’ es insuficiente para frenar el ascenso del nivel del mar

Incluso alcanzando los objetivos del Acuerdo de París, continuará ascendiendo de acuerdo con el el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC)

Las consecuencias del cambio climático tendrán efectos permanentes incluso aunque se logren cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Así lo defiende el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC), uno de los más importantes en esta materia.

Este grupo fue establecido en 1988 desde la ONU y a través de dos de sus agencias. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

De acuerdo con las conclusiones de este grupo de expertos, recogidas por EFE’, el nivel del mar crecerá entre 28 y 55 centímetros a finales de siglo aunque la promesa de las ‘net zero’ emisiones se ponga en marcha. No obstante, los efectos todavía serán mucho más graves si no se pone ningún tipo de remedio.

El informe calcula que la subida del mar podría llegar a los 1,8 metros en el caso de que el volumen de emisiones se doble; lo que parece una llamada clara a la acción. El informe, que analiza desde 1998 los efectos del cambio climático, indica que el deshielo de se va a mantener durante décadas e incluso siglos y que será más pronunciado en el hemisferio norte que en el sur.

La versión dada a conocer este lunes no es la definitiva, ya que será completado en 2022 con dos estudios realizados por otros grupos de trabajo del IPCC. Está previsto que se dé a conocer en el segundo semestre del próximo ejercicio.

Los científicos responsabilizan a la humanidad del calentamiento global, que está llevando al planeta a su estado de alteración permanente.

El objetivo de la COP 26

El informe se ha publicado en un contexto muy proclive a la lucha contra el cambio climático. Nunca se había producido en el mundo tanto consenso sobre la necesidad de actuar y nunca tantos países -y compañías- se habían comprometido con una ruta clara ‘net zero’.

La próxima reunión de la COP 26 ha creado mucha expectación y se espera que sean numerosos los compromisos que se asuman de cara a su celebración, que está prevista para la primera quincena de noviembre.

En España son numerosas las que han incorporado los criterios científicos a este movimiento y varias entidades financieras se han comprometido a descarbonizar totalmente sus carteras, lo que llevará a restringir el acceso al crédito a algunos sectores.

Los que ya se están viendo afectados son el carbón, pero otras industrias también se verán afectadas -el acero o las líneas aéreas ya han captado la atención de grupos activistas como Climate Action 100+-.

Desde la ciencia, además, se insiste en que es necesario ir más allá de la reducción de CO2, sino que también será obligado poner en marcha reducción de emisiones como el metano.

El calentamiento global tiene efectos en todos los estratos biológicos y una de las consecuencias es la pérdida de biodiversidad. Este movimiento afecta a las especies, pero también de forma muy severa a la calidad de vida humana; especialmente de los países en vías de desarrollo.

Se estima que son las economías más desprotegidas las que también sufren de forma más severas estas consecuencias, por ejemplo, con graves problemas de desertización.

Esto afecta a las economías más básicas, basadas en la agricultura, y de hecho está convirtiéndose en un campo de actuación de los fondos ESG, especialmente los de impacto, que tratan tanto de mejorar las cosechas y por tanto la calidad de vida en estas áreas, como de fomentar que estas practicas -al igual que la ganadería- se realicen con menores emisiones de CO2.

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