La otra razón para apostar por las infraestructuras verdes

La capacidad de generación de empleo de estos proyectos es más alta, lo que es un incentivo adicional más allá de la expansión de la sostenibilidad

Las infraestructuras verdes como impulsoras de puestos de trabajo. Foto por Cédric VT en Unsplash

KKR lograba este lunes captar 3.900 millones de dólares para dar luz a un nuevo fondo de infraestructuras, donde los proyectos verdes tendrán una cabida especial.

El gigante de la inversión no es el único que ve en este segmento una oportunidad: es una visión que comparten todos los países.

Desde el Green Deal de la Unión Europea, al programa verde del Reino Unido, pasando por la tan esperada agenda verde de Joe Biden, las infraestructuras verdes están representadas. Y no solo por su sostenibilidad, sino también porque son mayores generadoras de empleo y, por tanto, capaces de apuntalar la recuperación económica.

Al menos esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado el Fondo Monetario Internacional (FMI), según apuntan desde Schroders.

«En las economías avanzadas, la intensidad del empleo parece ser mayor para la inversión verde que para la inversión tradicional», explican Paul Grainger, responsable de renta fija multisectorial, y James Bilson, estratega de renta fija de la gestora.

El FMI cree que la industria verde es capaz de crear más empleo que la tradicional

«La intensidad de empleo – sin contar las pérdidas de puestos de trabajo en las industrias tradicionales – se estima en 8 puestos de trabajo por cada millón de dólares invertidos en electricidad verde; de 2 a 13 puestos de trabajo en nuevos edificios eficientes como escuelas y hospitales; y de 6 a 14 puestos de trabajo en agua verde y saneamiento a través de bombas agrícolas eficientes y reciclaje», enumeran estos expertos.

En un entorno en el que el coronavirus ha dañado seriamente a las economías internacionales y a muchas, como a la española, golpeando de forma muy significativa en el empleo (y todos los efectos todavía no están a la vista), la puesta en marcha de proyectos de inversión de este tipo ofrece, por tanto, un aliciente mucho más que la lucha contra el cambio climático.

Y los estados lo necesitan, ya que la recuperación económica no será total este ejercicio. De acuerdo con Moody’s, la economía de la zona euro debería crecer un 4,6% en 2021, tras una contracción del 7,7% en 2020, dejando todavía una importancia diferencia con los niveles de PIB de finales de 2019.

En economías, como la española, la diferencia todavía será más aguda. Según las estimaciones de la agencia de calificación, nuestra economía avanzará un 6% en 2021, tras una contracción del 11,4% en 2020.

Cualquier impulso adicional al empleo, que mantenga fuerte el consumo, parece más que comprensible en este contexto, máxime si la consecución de la Agenda de París está sobre la mesa.

El círculo virtuoso de la demanda de los inversores

«Teniendo en cuenta los riesgos del cambio climático, no faltan proyectos potenciales que podrían ser beneficiosos tanto para impulsar la demanda a corto plazo como para aumentar la productividad y la sostenibilidad a largo plazo», apuntan desde Schroders.

Y desde la gestora pronostican que es una carrera que apenas ha comenzado, en un entorno en el que muchos grandes inversores están exigiendo a sus participadas que afronten este tipo de proyectos, empezando por el creciente movimiento cero emisiones.

«La victoria de los demócratas en las elecciones de Georgia les da el control de la Cámara Alta y aumenta significativamente el alcance de un paquete de infraestructura verde, un objetivo clave del presidente electo Biden. Incluso sin esto, el cambio mundial hacia una mayor inversión verde está apenas comenzando», insisten.

Incluso antes de que se conociera el resultado del Senado, las previsiones de crecimiento de las emisiones de bonos verdes para el año que viene ya eran muy importantes, lo que avanza la puesta en marcha de multitud de proyectos de inversión ligados con inversiones climáticamente responsables.

En concreto, según recogía ‘Reuters’ a principios del mes pasado, analistas como los de la firma nórdica SEB, anticipaban que se pondrían en marcha emisiones por más de 500.000 millones de dólares en 2021.

Es una cifra muy relevante teniendo en cuenta que en diciembre de este año se cruzó la barrera del billón de dólares en emisiones. Y eso tiene en cuenta todas las colocaciones puestas en marcha desde 2007.

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