La banca brasileña se autoimpone una política socioambiental más exigente

El Santander Brasil participa en el Comité dentro de la Federación Brasileña de Bancos que ha impulsado la nueva norma, que se adapta a las recomendaciones del FSB y del TCFD

Los bancos brasileños quieren aumentar el patrón de exigencia en materia de buenas practicas socioambientales en sus actividades en 2021.

Así, la Federación Brasileña de Bancos (Febraban) ha aprobado una revisión en la normativa socioambiental de autorregulación de las instituciones financieras para incluir los criterios ESG (Environmental, Social & Corportate Governance) en sus operaciones.

Las entidades financieras asociadas a Febraban, que son cerca de 120, tendrán que ajustarse a los nuevos requisitos socioambientales en sus operaciones antes de junio de este año.

El sector se alinea con el Financial Stability Board y el TCFD

La nueva versión del documento, que es un código de conducta ético, refuerza de forma significativa las prácticas en la gestión de los riesgos socioambientales y se pone en línea con las recomendaciones internacionales del Consejo del Financial Stability Board (FSB) y del TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures).

Entre las nuevas exigencias recogidas en el documento está la publicación de riesgos y oportunidades relacionados con el cambio climático dentro de los negocios de las instituciones financieras.

Otras actualizaciones importantes son exigir más transparencia en la estructura de gobierno de la Política de Responsabilidad Socioambiental de los bancos; incluir los temas diversidad y inclusión, salud y seguridad en el trabajo; utilizar fuentes renovables de energía y la adopción de técnicas de construcción y reformas sostenibles.

También se incluirán análisis de aspectos socioambientales en el análisis de propiedades en garantía y en el crédito rural.

El impulso necesario de la ESG en el sector financiero

De acuerdo con el presidente de Febraban, Isaac Sidney, los aspectos ESG pueden impactar directamente en la actuación de las organizaciones.

«El sector tiene conciencia de la necesidad de avanzar en el supervisión de los riesgos socioambientales en los negocios con los clientes y también acerca de la necesidad de direccionar más recursos, principalmente el privado, para actividades verdes y inclusivas», señala en un comunicado.

La Comisión de Sostenibilidad de la Febraban, formada por 30 bancos, del que forma parte Santander Brasil, empezó las discusiones acerca de la nueva versión del documento en el tercer trimestre de 2020 y se aprobó el pasado mes de diciembre.

«Es un proceso rígido y que necesita ser perfeccionado siempre. La nueva versión está en línea con las principales prácticas nacionales e internacionales de sostenibilidad», señala Beatriz Secaf, asesora del área de sostenibilidad de Febraban.

El paso dado por Febraban está en línea con la línea de acción medioambiental impulsada por el Banco Central de Brasil

Vale recordar que el movimiento de la asociación de bancos esta en línea con el conjunto de acciones de responsabilidad socioambiental lanzado por el Banco Central de Brasil (BC) en septiembre de 2020.

Entonces, el banco central brasileño anunció la inclusión de la dimensión sostenible en la agenda institucional llamada BC#.

En la presentación del proyecto, el presidente del BC, Roberto Campos Neto, destacó que la cuestión ambiental pasaría a ser tratada del punto de vista financiero, lo que representa promover las finanzas sostenibles, una supervisión adecuada de los riesgos socioambientales y climáticos, la integración de variables sostenibles y otros elementos que afectan a la tomada de decisiones por el Banco Central.

Un salto regulatorio institucional y privado

La agenda del Banco Central de Brasil ha supuesto un giro importante para todo el sistema financiero nacional y Febraban, como una asociación sectorial privada, ha puesto ahora en marcha acciones más concretas en este sentido.

En la práctica, la revisión de la normativa de autorregulación sube la exigencia con los bancos en sus actividades relacionadas a los clientes y a otras instituciones sectoriales en lo que se refiere a las buenas practicas socioambientales.

Uno de los sectores más beneficiados con estos cambios ha sido el de Agronegócios. Entre sus líneas de acciones tomadas con la nueva agenda de sustentabilidad, el Banco Central de Brasil ha creado un comité verde de crédito rural.

Este nuevo órgano reemplaza al Sistema de Operaciones de Crédito Rural y el Proagro (Sicor) del BC en un formato de ‘open banking’ mediante el cual los datos de los clientes quedan abiertos para consulta por diferentes instituciones financieras.

Además, utilizará criterios que identifiquen operaciones con características verdes a partir del cruce de informaciones con datos de geolocalización.

El objetivo es identificar se hay sobreposiciones en áreas de preservación ambiental o en las tierras indígenas en la contratación de operaciones de crédito.

Se velará para impedir que se financien operaciones que dañen la región Amazónica

Los datos son importantes para asegurar que las operaciones de crédito no estén relacionadas con los incendios provocados y el desmantelamiento en la región Amazónica; un tema que ha llamado la atención de la comunidad internacional desde 2020.

Según el presidente de la Febraban, la Amazonia está en el centro de una gran ventaja competitiva para Brasil. Así que la entidad privada ha reforzado el cuidado con la concesión de crédito rural en la revisión del normativo de autorregulación de los bancos. 

Ahora la concesión de crédito rural solo se puede concretar si no hay embargos por parte del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) en el análisis de riesgo socioambiental del bioma de la región relacionada a la operación de crédito.

Brasil tiene seis biomas continentales: Amazonia, Cerrado, Mata Atlantica, Caatinga, Pampas y Pantanal. juntos, los biomas de Amazonia y el Pantanal ocupan más de la mitad de Brasil.

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