Johnson contraataca el plan verde de la UE con un recorte de emisiones más fuerte

El primer ministro del Reino Unido podría anunciar en los próximos días una reducción de hasta el 69% de las emisiones de cara a 2030, batiendo los objetivos europeos

Boris Johnson, primer ministro británico. EFE

Entre países también existe rivalidad para ver quién se queda con la bandera del más verde. La Unión Europea juega ese papel desde hace un año, pero el Reino Unido, tras el Brexit, está prometiendo ser su rival y se espera que Boris Johnson dé un paso adelante y anuncie un plan de recorte de emisiones que deje corto al de los que hasta ahora han sido sus socios.

La sostenibilidad parece un eje imprescindible para captar inversión y está claro que el Reino Unido no quiere perder la carrera contra los que pronto serán sus ex socios.

Así, según Bloomberg, el primer ministro británico estarían considerando poner en marcha una política más estricta en Reino Unido que consiga recortar los gases de efecto invernadero hasta un 69% en 2030.

Por ahora, el líder del Partido Conservador no ha tomado una decisión final sobre el asunto, ni ha definido los objetivos que logren estas reducciones -se baraja que se puedan quedar en la banda del 65% y el 68%- con respecto a los niveles de 1990.

Boris Johnson podría poner en marcha un plan para reducir los gases de efectos invernadero hasta un 69% respecto a 1990 en 2030

Sin embargo, lo que si está claro es que un objetivo de tal magnitud colocaría a Reino Unido a la vanguardia de los esfuerzos globales para combatir el cambio climático y eclipsaría la reducción del 55% en el plazo de previsto por el Pacto Verde de la Unión Europea.

Igualmente, marcaría un objetivo clave para que el país elimine las emisiones netas por completo en el 2050.

Se espera que el político británico haga publica su decisión antes del 12 de diciembre, puesto que por esas fechas está programado que sea coanfitrión, junto con los mandatarios de otros países, en un evento de las Naciones Unidas en el que se anuncien los compromisos más ambiciosos sobre la reducción dióxido de carbono.

La respuesta de Johnson no se ha hecho esperar y ha manifestado que «estamos analizando nuestra contribución determinada a nivel nacional que será extremadamente ambiciosa y se publicará en la cumbre del Clima antes del 12 de diciembre de 2020 ”.

Un camino hacia lo verde plagado de rivalidades

En los últimos meses, los principales emisores, incluidos China y Japón, han seguido la estela de Reino Unido en el establecimiento de objetivos a largo plazo para poner a cero el contador de los gases de efecto invernadero.

Según Rastreador de Acción Climática, la nueva propuesta de objetivos «pondrán al mundo en curso para limitar el calentamiento global a 2,1 grados Celsius«, sin embargo, también se requieren de objetivos a medio plazo bajo los términos del Acuerdo de París para garantizar que los países progresen y proporcionen información a las empresas sobre dónde invertir.

Por otro lado, los activistas medioambientales de Greenpeace han pedido un objetivo aún más estricto -la reducción del 75% para 2030- que incluye que tanto la aviación como el transporte marítimo no dependan del uso del carbono, puesto que compensan sus propias emisiones mediante la financiación de otros proyectos de energía limpia en otros lugares.

Adair Turner, presidente del grupo de investigación de la Comisión de Transiciones Energéticas, afirmó que con el fin de tener «un compromiso realmente creíble», el nuevo objetivo del Reino Unido debería situarse en el rango de 65% a 70%, además de comprometerse a descarbonizar casi por completo su sistema eléctrico en el año 2035.

Este porcentaje tan ambicioso se debe a que «tenemos que reducir mucho las emisiones en 2020 en sí mismas, así que lo que importa es la acción en la atmósfera” declaró Turner.

La llamada de Glasgow

Como anfitrión de la próxima ronda de conversaciones sobre el cambio climático global que tendrán lugar en Glasgow el próximo año, donde se celebrará el COP26, Johnson ha buscado mejorar sus credenciales ambientales.

El pasado mes de noviembre, el líder británico dio a conocer un plan de 10 puntos para impulsar que las industrias ecológicas prohíban la venta de automóviles de diésel y gasolina para 2030.

Reino Unido ha lanzado un plan que impulse que las industrias ecológicas prohíban la venta de automóviles diésel y gasolina

Una medida que también incluyó en los fondos para la captura de hidrógeno, carbono y tecnología de almacenamiento, además de expandir la energía eólica marina.

La verdadera realidad climática de Reino Unido

El nuevo objetivo 2030 se basará en los consejos del Comité de Cambio Climático independiente -que está previsto que se publique la próxima semana-, siguiendo el progreso del Reino Unido para el cumplimiento de sus metas ambientales a largo plazo.

Las cifras más recientes situaron al Reino Unido «fuera del camino para alcanzar el objetivo neto cero», además de «no estar preparados para los peores impactos del cambio climático», por lo que con esta nueva política reemplazaría el otro plan en vigor -que reduce las emisiones en un 57% en el período comprendido entre 2028 y 2032.

Un objetivo que se estableció en 2016, para cumplir con el objetivo de 2050 -recortar las emisiones en solo un 80% a mediados de siglo-. Desde entonces, el Reino Unido se convirtió en uno de los primeros países del mundo en establecer una red vinculante -meta cero- para 2050, por lo que bajo esta nueva política ahora necesitará un medio-plazo más estricto para alcanzar el objetivo.

Del mismo modo, Johnson también quiere implementar nuevas políticas ecológicas con el fin de impulsar relaciones con el nuevo presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha hecho del cambio climático un pilar clave de su campaña, además de revertir la política de Donald Trump tras apartar a EE. UU. del Acuerdo de París.

Las nuevas políticas ecológicas de Johnson buscan estrechar lazos con el presidente electo, Joe Biden

Amber Rudd, exsecretaria de Estado de Energía y cambio climático en el Partido Conservador de Johnson, manifestó que tras establecer el Brexit, el líder conservador complicó que el nuevo objetivo estuviera al alcance. Un argumento que se fundamenta en que el Reino Unido debe abandonar el sistema de comercio de derechos de emisión de la UE el 31 de diciembre, a través del cual los grandes emisores, como los fabricantes de acero, pagan sus tasas de contaminación.

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