Telefónica y sus rivales europeas llegan justas en ESG a la futura ‘ola’ de fusiones

La operadora española presenta rating A, según MSCI, colocándose por detrás de Orange, Vodafone y BT Group

El sector de las ‘telecos’ vive (aunque con diferencias) una situación similar a la banca. Muchos operadores elaboran sus estrategias de cara a 2021 en solitario, pero saben que el próximo año pueden ser protagonistas de una operación corporativa, porque el sector necesita que haya menos operadores y más fuertes.

Y mientras las operadoras hacen llamamientos a favor de la concentración, la posición de los principales actores en materia de ESG (Environmental, Social & Corporate Governance) no es especialmente brillante, más bien discreta.

Así le ocurre a Telefónica y a los grandes operadores europeos, donde, la mayoría, procede de los antiguos monopolios estatales. Es decir, las mismas compañías que van a estar en el baile de fusiones, que ya empieza a vivir sus primeros compases, como la integración de Telefónica en el Reino Unido (O2) con su hasta ahora rival Virgin, que está pendiente de completarse.

Las notas de las telecos

La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete no presenta un rating con excesivo brillo, según el análisis llevado a cabo MSCI.

La firma especializada en ESG concede a la dueña de Movistar un rating A. Esta valoración la sitúa en la media de su sector; y un escalón por debajo de la posición de liderazgo que se reserva para aquellas compañías que consiguen la AA o la ‘triple A’.

MSCI da a Telefónica un rating A, un escalón por debajo de lo que considera posición de liderazgo

Un liderazgo en rating que sí consiguen tres de sus ‘rivales’ europeaos: la francesa Orange (AAA) y las británicas Vodafone y BT Group, ambas AA. Telefónica perdió la consideración AA en la revisión que MSCI llevó a cabo en febrero de 2018.

Esta firma considera que la compañía con sede en Las Tablas está rezagada, precisamente, en la gestión corporativa vinculada a la sostenibilidad. En otras materias cree que está en la media de su sector, como en gobierno corporativo, la privacidad y seguridad de datos, la gestión de su plantilla y las emisiones de carbono.

Donde mejor puntúa Telefónica, según MSCI, es en una de las claves de su actividad: el acceso a las comunicaciones. Bajo este concepto incluye los esfuerzos de las compañías por impulsar la conectividad y el acceso a la comunicación de las áreas geográficas con menos desarrollo.

Mientas, las dos ‘telecos’ europeas de los antiguos monopolios con peor rating de MSCI son Telecom Italia y Deutsche Telekom. Ambas, BBB. Sobre el grupo alemán señala la necesidad de mejorar en gestión laboral, donde va rezagada. Y la compañía transalpina debe de hacer lo propio en conducta corporativa sostenible y en privacidad y seguridad de los datos.

Riesgo bajo control

Al margen de los rating en sí, los grandes grupos de telecomunicaciones europeos presentan una característica común: no presentan grandes riesgos en ESG, según Sustainalytics, otra de las principales firmas en análisis de sostenibilidad y buen gobierno.

Esta firma, que forma parte de Morningstar, otorga puntuaciones en función de la exposición al riesgo de las compañías a las cuestiones que forman parte de la ESG, con puntuaciones que van de 0 a 100 y cuatro escalones que abarcan desde el nivel insignificante, a bajo, medio, alto y severo (este último, cuando se supera 40).

En este caso, todas las grandes ‘telecos’ analizadas presentan riesgo bajo, porque su puntuación está por debajo de 20.

Telefónica, en concreto, presenta una puntuación de riesgo ESG de 18,4 y Sustainalytics la sitúa en como la decimoquinta compañía del sector de las telecomunicaciones con mejor puntuación, de las 196 que analiza.

Sustainalytics coloca a Telefónica como la decimoquinta compañía de las 196 ‘telecos’ que analiza

La firma pone énfasis en cuatro aspectos de la ESG donde ve a la operadora capacidad de mejora: gobierno corporativo, privacidad y seguridad en la gestión de los datos, ética en los negocios y gestión de los productos.

Donde tampoco brillan con luz propia las principales ‘telecos’ europeas es en la clasificación que realiza S&P SAM. En su caso, valora la ESG de las empresas de forma dual: puntúa y, además, da medallas.

Por ejemplo, para ganar el oro siempre hay que sacar una puntuación de más de 60 y, además, lograr un diferencial de menos de un 1% respecto a la empresa que alcance el mejor desempeño de su sector.

Pues entre las grandes telecos europeas ninguna consigue el oro. Tampoco la plata de S&P SAM. Sólo una logra el bronce: Deutsche Telekom.

Ninguna ‘teleco’ consigue ni medalla de oro ni plata en cuestiones ESG

Estas valoraciones y rating ponen de relieve que muchas de las compañías de la industria presentan características comunes, a pesar de que cada una de estas firmas de análisis priman criterios diferentes y no desvelan ‘las recetas’ con las que elaboran sus ranking.

Sin embargo, sí hace prever que, cuando empiecen las fusiones y cambien las identidades de los grandes operadores, también cambiarán las notas ESG. Y, a buen seguro, vamos por ese camino.

“La estructura de mercado en Europa es insostenible”, aseguraba Álvarez-Pallete el pasado verano, en referencia los 400 operadores que hay en Europa. “No es competitivo”, sentenciaba. A nadie se le escapa a dónde se dirige el sector.

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