Repsol esquiva el ataque del microactivismo que acosa a Shell, Total, BP y Chevron

Follow This, que da la oportunidad a los pequeños inversores de adherirse, presiona para que las grandes petroleras incluyan compromisos climáticos en sus juntas

Surtidor de Shell

Una estrategia ‘caballo de Troya’: convertirse en accionista de referencia, a base de representar a pequeños inversores anónimos que ceden su voto en favor del cambio climático, y colocar puntos del día en las juntas de accionistas de las grandes petroleras, para que se marquen objetivos medioambientales y los cumplan.

Esa es, básicamente, la estrategia de Follow This, un accionista activista que ha colocado en su punto de mira a algunas de las mayores compañías del sector petrolero. Y, en ese foco, de momento, no está la española Repsol.

Hay que recordar que la compañía dirigida por Josu Jon Imaz sí ha presentado una hoja de ruta para impulsar las renovables y descarbonizarse en 2050. Esta pasa por una nueva división ‘verde’, que está pendiente de buscar un socio financiero para reforzar su capital o esperar a que su consejo de administración la saque a bolsa.

Los planes concretos de Repsol marcan la meta de contar con una potencia instalada de 7.500 MW en 2025, duplicando los actuales.

Follow This busca influir, a día de hoy, en las juntas de accionistas de cuatro multinacionales: Shell, BP, Total y Chevron. Compañías, considera, con desiguales estrategias en lo relativo a la conversión de su negocio hacia una estrategia de menores emisiones de gases con efecto invernadero, en una de las actividades industriales más contaminantes.

¿Cómo actúa esta firma activista?

La operativa de Follow This pasa por ser una suerte de ‘crowdfunding’ accionarial. Su propuesta se sustenta en juntar microaccionistas. Propone que quieres quieran impulsar las exigencias climáticas de estas cuatro compañías compren una única acción y cedan a Follow This sus derechos de voto. 

También, que si hay inversores con más títulos pero interesados en su planteamiento activista, que cedan igualmente su representación en la junta.

La firma asegura que detrás de sus propósitos no existe el ánimo de lucro. Por eso, ahonda, insta a comprar una sola acción. Eso sí, a través de su web, que conlleva un el pago de cinco euros, que convierten al propietario de esos títulos de las petroleras en miembros de la asociación.

Esos cinco euros por acción le permiten, explica, sufragar sus costes administrativos y operativos como accionista activista. De hecho, insiste en que no se compre más un solo título.

El primer objetivo, la holandesa Shell

Detrás de Follow This está el holandés Mark van Baal, que se inició en el activismo accionarial con la petrolera angloholandesa Shell: juntando derechos de representación de accionistas para poder introducir puntos del día en su junta anual. 

Lo consiguió en 2016, colocando un punto en el orden de la junta por el que instaba a la empresa a virar su negocio hacia las renovables. Entonces, sólo logró un 3% de votos a favor de su resolución y otro 3% de abstenciones. 

Desde entonces, sigue presentando su exigencia en la junta de Shell, que sigue sin contar con un respaldo mayoritario, aunque creciente y en 2020 alcanzó el 14%. De hecho, la compañía angloholandesa ya está virando su rumbo, como prácticamente están haciendo todas las petroleras con más o menos prisa.

“La ambición climática de Shell aún no llega lo suficientemente lejos”, asegura la asociación activista. “De acuerdo con su planteamiento, Shell reducirá a la mitad su huella de carbono en 2050 y no será suficiente para lograr los objetivos del acuerdo de París”, indica.

De momento, según los datos que publica Follow This, cuenta con 5.000 accionistas en sus filas, que además de Shell, han puesto su punto de mira en las otras tres citadas empresas. 

El nuevo foco, en BP

La próxima junta en la que han logrado introducir sus exigencias en el orden del día es la petrolera BP, que se celebrará la próxima semana, el 12 de mayo.

Como en el caso de Shell, considera que BP no está haciendo suficientes esfuerzos para cumplir con los objetivos marcados en París -frenar el alza de la temperatura por debajo de los 15 grados-, por diferentes motivos. Entre ellos, cita que no ha llevado a cabo las inversiones necesarias.

También, apunta, que la hoja de ruta de BP ‘net zero by 2050’ sólo cubre la producción propia de la petrolera, y que su huella de carbono sólo se reducirá en un 50% en esa fecha.

“Nosotros, los accionistas, entendemos que es nuestro deber proteger los activos frente al cambio climático”, indica la resolución que Follow This ha incluido en la junta de BP. Riesgos climáticos que considera “una fuente de riesgo financiero y, por lo tanto, lograr el objetivo de París es esencial en un modelo de gestión responsable”.

“Nosotros, los accionistas, hemos dado la bienvenida a los objetivos y ambiciones climáticas de la empresa», apunta. Especialmente, que haya cruzado el Rubicón en las emisiones de alcance 3 -las que no controla directamente la empresa en su proceso de producción, como por ejemplo, las de sus proveedores- pero no lo considera suficiente. 

En cuanto a la reacción de la compañía a su planteamiento, Follow This indica que la compañía ha argumentado que una modificación en su estrategia de reducción de emisiones conllevaría cambios en todo su plan de negocio.

“Eso es exactamente lo que le estamos pidiendo, que BP se vuelva a sentar y redibuje su plan de negocio”, asegura la firma activista. La próxima semana Follow This verá qué respaldo logra con sus propuestas.

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