Qué es razonable exigir a la banca en materia climática y qué no

El activismo climático suele ser duro con la banca. Pero Mark Carney, la cabeza visible de las alianzas internacionales net zero, ha roto una lanza a favor del sector, delimitando qué se puede esperar realmente de él

La semana pasada la alianza climática Net Zero Banking Alliance (NZBA) cumplió su primer año de vida. Con todos los bancos del IBEX como firmantes, y también Ibercaja y Abanca, la representación española es significativa en este grupo, que se compromete a ser cero neto en todas sus operaciones en 2050.

La banca de la NZBA debe aplicar criterios científicos a dicha transición -aunque todavía no hay un protocolo definido– pero el activismo climático quiere ir mucho más rápido.

No solo son recurrentes los informes que recogen los importantísimos volúmenes de financiación que la banca mantiene en combustibles fósiles, sino que los grupos activistas rápidamente convirtieron en su objetivo a las entidades de la NZBA.

Bajo la amenaza de ser sospechosos de ‘greenwashing’, algunos grupos activistas exigieron a las entidades de la red un plan claro de descarbonización de su cartera de crédito y en sectores muy concretos, como el gas y el petróleo, y que lo votaron en la junta de este año.

Como mediador en este fuego cruzado ha aparecido Mark Carney, que ha tratado de poner realismo en las expectativas sobre el proceso de descarbonización de la industria financiera.

En una entrevista con Bloomberg Green, el cabeza visible de toda la red zero neta bajo el paraguas de la ONU, que incluye a distintas ramas del sector financiero, como bancos o aseguradoras, defendió el trabajo de la industria financiera en este sentido. Carney quiso poner los puntos claros sobre lo que es realista y lo que no es cuando se trata de lanzar exigencias al sector financiero.

Y sobre lo segundo fue categórico:

  • No es lógico pensar que los bancos vayan a eliminar toda la financiación a las industrias intensivas en carbono
  • La guerra en Ucrania va a ralentizar la salida del dinero de la industria de los combustibles fósiles y esto significa que vamos a ver crecer los volúmenes de emisiones en los próximos años

Para Carney, aquellos artículos que incluyen cifras multimillonarias sobre la financiación de la industria de combustibles fósiles, como un intento de poner en duda sus esfuerzos en materia climática, son un mero ‘clickbait’.

Discurso alineado con la banca

La imposibilidad de cerrar el grifo del crédito al que se refiere Mark Carney es un planteamiento que han defendido los bancos españoles.

De forma recurrente siempre han mantenido que su papel es el de acompañar a sus clientes en la transición energética, no el de negarles el acceso al crédito; que parece que es un actitud más deseada desde el lado del activismo.

Carney, además, matiza que las multimillonarias cifras de financiación de gas y petróleo que se asignan al sector financiero, no analizan los proyectos concretos que financian -si colaboran o no en la transición energética o si, por ejemplo, están apoyando el desarrollo del hidrógeno-.

Y, por si acaso, ya trató de desactivar el impacto de los números que llegarán en los próximos meses -que podrían volver a cuestionar al sector-.

«Una de las cosas que va a suceder tras la injustificada invasión rusa es que se van a producir más inversiones en combustibles fósiles a corto plazo», previene. «Así que los juicios sobre financiación deberán realizarse de forma adecuada», advierte Carney en su entrevista con Bloomberg.

Más red y mirar hacia Asia

Para Carney, lo esencial ahora es atraer hacia la red net zero a entidades financieras presentes en Asia. En concreto, a la banca china que es la mayor contribuidora a las emisiones de gases de efecto invernadero. Los gigantes occidentales ya están dentro del grupo

También espera que se progrese en financiación de fuentes energéticas verdes. Aunque se habrían alcanzado ya los 700.000 millones (una cifra que según el ex gobernador del Banco de Inglaterra supera a la recibida por los combustibles fósiles), es necesario que batan los 2 billones de dólares.

En este capítulo, la banca también está tratando de dar visibilidad a sus objetivos concretos. El BBVA, el Santander o el Sabadell son algunas de las entidades españoles que ya han publicado metas en materia de financiación sostenible y que, además, comienzan a difundir de forma regular su desempeño.

El Santander, que publicó este martes sus resultados del primer trimestre, también hizo pública cómo iba su evolución en materia de financiación verde. Hasta marzo de 2022 había movilizado 69.000 millones desde 2019. Son 8.000 millones más que al cierre de 2021.

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