Los inversores presionan a la banca española para que cumpla en sostenibilidad

Bankinter abre la temporada de resultados del IBEX y avanza que trabaja en nuevas emisiones de bonos verdes para este ejercicio

“La realidad es que cada vez hay una mayor exigencia por parte de los inversores”. El director financiero de Bankinter, Jacobo Díaz, asume así la creciente presión por parte del mercado para que las entidades financieras ahonden su compromiso con los criterios ESG (Environmental, Social & Corporate Governance).

No sólo en lo relativo a su propia gestión corporativa, como compañías; sino también en cómo aplican esos criterios de sostenibilidad a la oferta de productos financieros que colocan en el mercado.

Más aún en un momento de crisis como el actual, provocada por la pandemia de coronavirus, que está poniendo en acento en todos los productos de inversión que tienen un foco social (la S de la ESG).

“En 2020 hicimos nuestra primera emisión de bonos verdes y en 2021 seguiremos con esa inercia”, aseguró este jueves el responsable financiero de Bankinter durante la presentación de resultados del pasado ejercicio.

De esta forma, la entidad encabezada por María Dolores Dancausa daba el pistoletazo de salida la temporada de resultados del IBEX 35. Unas semanas -la próxima es el turno de BBVA y Caixabank– donde las grandes entidades financieras españolas y el conjunto de compañías del selectivo ahondarán en sus nuevas estrategias, también en lo relativo a la sostenibilidad.

Los bancos, bajo la lupa

En un entorno exigente como el actual, donde los resultados van a verse mermados por la pandemia, el sector financiero está, especialmente, en el punto de mira.

Por un lado, porque tiene sobre la mesa el baile de fusiones en el que está inmerso que, entre otros aspectos, conllevará un maremoto en lo relativo a la gestión de sus plantillas, con recortes de personal y cierre de sucursales en el horizonte.

En 2020 hicimos nuestra primera emisión de bonos verdes y en 2021 seguiremos con esa inercia

Jacobo Díaz, director financiero de Bankinter

Por otro, por la creciente exigencia por parte de grandes inversores y asesores de voto (los ‘proxys’) para que las entidades hagan arraigar en mayor medida sus compromisos con cuestiones como la diversidad de sus plantillas y en los consejos de administración, las retribuciones de la alta dirección o sus compromisos climáticos.

Entidades de relieve, como HSBC ya están sintiendo esa presión. Este enero, la plataforma Share Action, que busca impulsar la inversión responsable, ha logrado el respaldo de 15 accionistas institucionales -que suman 2,4 billones de dólares en activos- para exigir a la entidad que aclare públicamente cuál es su estrategia a la hora de dejar de financiar compañías vinculadas a los combustibles fósiles, como las petroleras,

Y si esa presión llega al mayor banco del Reino Unido por capitalización -alcanza en bolsa los 115.000 millones de dólares- los bancos españoles no van a esquivar esa tendencia.

Más bonos verdes a la vista

En el caso de Bankinter, la entidad ya adelantó a SOCIAL INVESTOR que este año desplegará una nueva estrategia en materia de sostenibilidad con la aspiración de ampliar la ESG en la organización.

Y, en lo relativo a sus productos aspira -aunque sin fecha- a extender los criterios ESG a toda la gama de fondos del banco.

A HSBC se le exige que desvele cómo va a dejar de financiar los combustibles fósiles

“En relación a los fondos, están muy arraigados en la entidad y van a seguir creciendo”, se limitó a indicar director financiero de Bankinter. Además , recordó que su exigencia en materia de ESG se ve reflejada en su pertenencia a índices como Dow Jones Sustainability Index y el FTSE4Good.

Su salto al segmento de los bonos vinculados a los criterios de sostenibilidad lo materializó hace un año, cuando realizó su primera emisión de bonos ‘verdes’, por importe de 750 millones de euros.

En ese caso, la colocación tenía como finalidad financiar la adquisición de proyectos de energías renovables y de inmuebles (residenciales, comerciales o de uso público) con certificación energética A.

De momento, ni Bankinter ni ninguna otra entidad financiera han apuntalado nuevas emisiones de bonos sostenibles en el ya iniciado 2021. En este caso, su foco y una de sus citas clave con los inversores de este año, será la salida a bolsa de su filial aseguradora Línea Directa, para la que ha pedido autorización al Banco Central Europeo.

También ha requerido al supervisor de la zona euro que le permita repartir un dividendo, con un ‘pay-out’ del 15% con cargo a los beneficios de 2020, el equivalente a 45 millones de euros. Lo hace después de cerrar el ejercicio con un beneficio de 317 millones, un 42,4% menos como consecuencia de la crisis.

Más compromisos en las retribuciones

Bankinter quiere retribuir a sus accionistas y hacerles un guiño pero las exigencias de los inversores, sobre todo de los institucionales van más allá de los esquemas clásicos de pago al inversor.

Los grandes fondos van más lejos y, al igual que lo comentado en el caso de HSBC, se les exige compromisos claros y firmes.

Deutsche Bank se ha comprometido a ligar la retribución de la cúpula directiva a la consecución de objetivos de sostenibilidad

Por ejemplo, el mayor inversor del mundo, BlackRock, aumentó hace unas semanas su participación en Deutsche Bank después de que la entidad germana vinculara el sistema de retribuciones de su cúpula a la consecución de sus objetivos de sostenibilidad.

Una dirección compartida. De hecho, la directora de Sostenibilidad de Bankia, María José Gálvez, adelantó a SOCIAL INVESTOR que la entidad ya lo contempla para cargos directivos pero que esa exigencia se extenderá a toda la organización.

Además, la crisis del Covid ha mermado los resultados y, de cara a 2020, algunos de los máximos responsables de la banca anunciaron que reducirían la retribución anual de sus primeros espadas, aunque no tocaron, por ejemplo, sus planes de jubilación.

En el caso de Santander, tanto su presidenta, Ana Botín, como el consejero delegado, José Antonio Álvarez, renunciaron al 50% de su retribución (fija y variable). Mientras que BBVA eliminó el variable a cerca de 300 directivos con capacidad de decisión, el equivalente a unos 50 millones de euros. Habrá que ver qué ocurre con los ‘sueldos’ de 2021, dado que la pandemia aún está lejos de darse por superada.

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