La gran empresa demanda un modelo único ‘contable’ en sostenibilidad

Ana Botín se suma al grupo de compañías -entre ellas el BBVA o Iberdrola- que pide un patrón estandarizado global, en línea con las normas internacionales de información financiera

En paralelo a la COP 26, estos días se están llevando a cabo multitud de encuentros en los que se tratan los efectos del cambio climático y como previa a las citas de este miércoles, centradas en las finanzas, el Banco Santander celebró este martes su Conferencia Internacional de Banca, con la economía postpandemia y la transformación climática como ejes.

Los mensajes medioambientales de Ana Botín, presidenta del banco, duranta sus intervenciones fueron bastante claros: pedir a los países una hoja de ruta clara, con objetivos y políticas, -como propone por ejemplo la UE con los coches de combustibles fósiles-, incentivos para la transición energética y visibilidad y armonización, no solo a nivel regulatorio, sino también en la difusión de datos de sostenibilidad.

Las empresas parecen preocupadas no solo por cómo deben desplegar su propia estrategia de descarbonización -la industria financiera está siendo muy activa este año incorporándose a las alianzas ‘net zero-, sino en cómo van a tener que informar al resto del mundo -entre ellos a los inversores- sobre su propia evolución en materia ESG.

A medida que los países regulan la sostenibilidad, hay riesgo de que surjan más modelos

A este respecto, Botín se refirió al exceso de modelos que existe en la actualidad y al riesgo de que se multipliquen -si no se armonizan por ejemplo las taxonomías entre países y jurisdicciones podría haber divergencias entre la información que publican unas firmas y otras-, y abogó por un modelo único -o doble- como existe en el campo la contabilidad financiera; donde conviven los estándares de IFRS en información financiera con las GAAP estadounidenses.

Este modelo exclusivo -o dual- solucionaría uno de los grandes problemas que se perciben en el horizonte futuro del mundo de la sostenibilidad: la multiplicación de los datos complica la comparabilidad. Sin ella, y muy concretamente si nos ponemos la ‘gorra’ de los inversores, el exceso de información acaba siendo inútil.

De hecho, los propios mercado de valores -y los grandes inversores institucionales- ya están exigiendo la presentación de datos siguiendo algunos modelos voluntarios; logrando así una cierta armonización que permita trabajar a analistas y a inversores. Es el caso de TCFD, por ejemplo, con los datos climáticos.

Un clamor mucho más amplio

Con este mensaje, la presidenta del Banco Santander se suma al grupo de grandes empresas que hace pocos días pedía a la Unión Europea -que se encuentra en pleno desarrollo normativo en materia de ‘reporting’ de sostenibilidad-, que hiciera todos los esfuerzos posibles por asegurar que los modelos de reporte que se quieren impulsar, estén alineados con los que puedan surgir de organismos internacionales no gubernamentales.

En esta línea, las empresas mostraban su apoyo a los pasos dados por la IFRS Foundation, que ha dado luz a la International Sustainability Standards Board (ISSB), que trabajará para crear -como sucede con la contabilidad financiera- un modelo único internacional para la información relacionada con la sostenibilidad.

«La estandarización que ya ha tenido lugar en la contabilidad financiera es un modelo de éxito», señalaban en una carta abierta a la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. Armonizarlas costó décadas, pero en este momento las reglas de contabilidad «garantizan que el desempeño de las empresas en cualquier industria o país sea comparable y que los inversores puedan exigir cuentas a las empresas», indican en la carta.

Entre los firmantes se encuentran BBVA e Iberdrola, además de otras grandes empresas mundiales como ABN Amro, Deutsche Bank, Adecco, Enel, Air Liquide, Allianz, Eni, Ericsson, BASF, Siemens, BMW… hasta completar una lista de 57 compañías.

Todas valoran el esfuerzo que está haciendo Europa para crear un modelo único aplicable a todas las cotizadas europeas en materia de sostenibilidad -y reconoce a la Unión Europea su liderazgo en este aspecto-, pero también pide -en este caso a la Comisión- que se alinee con los modelos de calidad que están surgiendo a nivel internacional.

«Alentamos a la Comisión Europea a apoyar el establecimiento del International Sustainability Standards Board y a promover activa y urgentemente la cooperación entre el EFRAG y el nuevo Consejo», señala en su misiva.

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