La escasez de calificaciones ESG fuera del Ibex limita el desarrollo de la inversión responsable

Solo uno de los diez mejores valores de la bolsa en 2020 cuentan con algún rating. La estrategia de sostenibilidad de las empresas medianas y pequeñas por el momento es invisible

Un año de montaña rusa donde algunos de los valores más volátiles salieron mejor parados y donde queda patente que las calificaciones ESG (Environmental, Social & Corporate Governance) aún no han alcanzado a gran parte de las pequeñas cotizadas.

Sólo una de las 10 empresas que más subieron en bolsa en el conjunto de 2020 contaba con rating ESG, otorgados por parte de las principales agencias de valoración bajo criterios de Sostenibilidad.

Se trata de Siemens Gamesa que forma parte del IBEX 35 y está evaluada por las tres principales firmas de análisis: MSCI, Sustainalytics y S&P SAM.

La estrategia en sostenibilidad de nueve de las diez empresas más alcistas de la bolsa es invisible

El resto de los líderes de 2020 – Deoleo, Solaria, Berkeley, Soltec, Grenergy, Urbas, Solarpark, Service Point y Rovi– son totalmente invisibles para las calificadoras de nota de sostenibilidad.

Una ausencia de supervisión ESG que puede poner en evidencia diferentes circunstancias.

Por una parte, la mayoría son empresas de reducida capitalización, que no forman parte de las carteras de las grandes firmas de inversión y que tampoco tienen, al menos de momento, la vocación de ser foco de atracción de inversores que primen estos criterios de sostenibilidad. 

Para los expertos, esta falta de cobertura es uno de los retos que tiene la ESG de cara al futuro, ya que limita el desarrollo del mercado porque deja a muchos valores fuera -y como se ve a algunas de las mejores oportunidades de inversión-.

Barclays, de hecho, lo enumera como uno de los temas clave para asegurar que la ESG. Sin estas notas -ya sean valores, ya sean en emisiones de deuda- muchos emisores se quedarán fuera de la cartera de los gestores especializados en inversión responsable.

Así, Barclays indica que las firmas de inversión que han firmado los Principios de Inversión Responsable (PRI) de Naciones Unidas están sujetas al requisito de que, al menos, el 50% de sus activos bajo gestión cuenten con una calificación de rating ESG.

Los firmantes de los PRI se comprometen a que al menos el 50% de sus activos cuenta con una nota ESG

De esta forma, se restringen sus opciones de inversión, porque no pueden invertir en las cotizadas con alta volatilidad y un mayor potencial alcista, como sucede con nueve de las 10 cotizadas que más subieron en bolsa en España en 2020.

Es decir, sin rating ESG no hay inversión. Y, al mismo tiempo, si las cotizadas no alcanzan un tamaño en el parqué, tampoco apuestan por contar con rating ESG.

Un amplio abanico de firmas de análisis

Por el momento, las compañías de valoración no alcanza a cubrir todo el campo de cotizadas. En este sentido, un reciente análisis de Harvard Law School ponía el foco en la relevancia de este análisis ESG y la amplitud en el número de firmas que lo supervisan, donde indica casi una decena de entidades.

Harvard pone de relieve la existencia de múltiples firmas de análisis ESG

“La mayoría de compañías cotizadas están siendo evaluadas y calificadas por su desempeño ambiental, social y de gobernanza (ESG) por varios proveedores externos de informes y calificaciones”, indica el citado estudio de la prestigiosa universidad estadounidense.

“Los inversores institucionales, los gestores de activos, las instituciones financieras y otras partes interesadas confían cada vez más en estos informes y calificaciones para evaluar y medir el desempeño ESG de las compañías a lo largo del tiempo y en comparación con sus pares”, argumenta.

“Sin embargo, la metodología, el alcance y la cobertura de informes y calificaciones varían mucho entre los proveedores. Muchos de ellos fomentan la participación y el compromiso con las empresas en cuestiones con margen de mejora o, en ocasiones, corregir los datos”, indica en el citado estudio donde incluye a formas de análisis como Bloomberg ESG Data Service, MSCI, Sustainalytics o RepRisk, entre otros.

Dos valores del IBEX y ocho ‘medianos’

La única compañía en el grupo de las más rentables de 2020 sobre la que existe una guía sobre su sostenibilidad es Siemens Gamesa.

MSCI le otorga un rating A, en la media de su sector, y asegura que va rezagada en la gestión laboral, mientras que es líder en conducta corporativa y en oportunidades de tecnología limpia.

Por su parte, Sustainalytics considera que Siemens Gamesa tiene un riesgo ESG bajo, con una puntuación 15,2; y S&P SAM no le otorga ninguna medalla ESG (sus calificaciones son oro, plata y bronce); es decir, no considera que esté por delante de sus competidores.

Junto a ella, sólo otra compañía de ese ‘top 10’ de cotizadas que más subieron en bolsa en 2020 forma parte del IBEX. Se trata de Solaria, que se incorporó al índice en el trimestre final del ejercicio.

La compañía especializada en energía solar adelantó hace unas semanas a SOCIAL INVESTOR que está acelerando en materia ESG y que MSCI le ha otorgado una calificación A, aunque ésta aún no aparece en el rating que publica esta firma de análisis.

Además, la compañía asegura que, en los próximos meses, hará pública su primera memoria de sostenibilidad. Una información que deben desglosar las compañías del selectivo como información adicional a sus datos financieros y que, en ocasiones, incorporan al informe anual que remiten a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Esa presencia de Siemens Gamesa y de Solaria en este ranking de empresas más alcistas también pone en evidencia que el sector renovable es que el más ha despuntado en los últimos meses, al calor de la transformación que está experimentado el conjunto de la industria energética.

En concreto, a este sector pertenecían otros tres valores: Soltec, Grenergy y Solarpack.

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