La élite del IBEX vincula el salario de sus cúpulas a objetivos de sostenibilidad

Inditex, Iberdrola, el Banco Santander y BBVA, las cuatro compañías con mayor capitalización del índice español, ligarán las retribuciones en 2021 a la consecución de metas ESG

De un modo u otro, el cumplimiento de objetivos ligados a la sostenibilidad está calando como uno de los criterios fundamentales a la hora de fijar la retribución sea de los primeros ejecutivos o de los consejos de administración de las grandes empresas del IBEX. En concreto, las cuatro mayores firmas del selectivo por capitalización –Inditex, Iberdrola, Santander y BBVA– ya incluyen estos compromisos cualitativos en sus planes de retribución vigentes o para 2021.

No son las únicas, otras grandes cotizadas como Sabadell o Telefónica también los incluyen, por ejemplo, ligándolos a la reducción de emisiones con efecto invernadero

Se trata de objetivos que, básicamente, están vinculados a la retribuciones variables, aunque no en todos los casos se desglosa, con igual detalle, la composición y consecución de los objetivos ligados a la sostenibilidad.

En el caso del gigante textil dueño de marcas como Zara, Massimo Dutti y Oysho explica en su informe anual de remuneraciones de sus consejeros que estos ya perciben la retribución variable, tanto anual como plurianual, en función del cumplimiento de criterios de sostenibilidad ESG: medioambientales, sociales y de gobierno corporativo.

La multinacional gallega, la compañía del IBEX con mejores calificaciones ESG, indica que, de cara al presente ejercicio 2021, el peso de la consecución de objetivos ligados a la sostenibilidad en la retribución variable total es de, al menos, el 15%. 

En su caso, sí detalla cuáles son las metas, que ya está consiguiendo. Por ejemplo, el crecimiento en el número de prendas que comercializa bajo criterios sostenibles (con la etiqueta Join Life), el uso de materias primas como el algodón o el lino orgánico, la eliminación del uso de plástico o la realización de auditorías a proveedores, el control de vertido de tintorerías o el porcentaje de uso de energía de origen renovable en sus instalaciones. 

Los objetivos de sostenibilidad pueden alcanzar, al menos, el 15% del variable del consejo de Inditex

En cuanto a criterios sociales y de buen gobierno, Inditex recoge en informe anual de remuneraciones de sus consejeros que debe cumplir con el Código de Buen Gobierno de las Empresas Cotizadas.

En el pasado ejercicio, marcado por la pandemia de coronavirus y su impacto en el comercio, el nivel de pago global de retribución variable del presidente de Inditex, Pablo Isla, ascendió a un 78% del target, lo que supuso 2,535 millones de euros. 

Además, el plan de incentivos de Inditex 2019-2023 (un 60% en acciones y un 40% en metálico) también incluye el cumplimiento de objetivos ligados a la sostenibilidad, con una ponderación de hasta el 10%.

Iberdrola, por su parte, incluye la sostenibilidad dentro de los criterios a tener en cuenta en la retribución de su presidente y consejero delegado, Ignacio Galán.

La política de remuneración de la compañía bilbaína establece que el variable esté vinculado a parámetros puramente financieros -como el beneficio neto, Ebitda, flujo de caja operativo, etc-, así como a otros criterios de carácter social, como la consecución de resultados en la lucha contra el cambio climático, además de la “gestión de la reputación corporativa, medida a través de la presencia en índices de sostenibilidad y de ética”.

Ese modelo también alcanza a la alta dirección, ya que su retribución variable, dentro del desempeño a largo plazo, incluye parámetros de sostenibilidad, predeterminados y cuantificables, según explica la compañía en su política de retribuciones.

En el ejercicio 2020, su comisión de retribuciones consideró que los resultados del ejercicio 2020 fueron “plenamente satisfactorios” y fueron “conseguidos en unas circunstancias extremadamente complejas y adversas”, según recoge el informe remitido a la CNMV.

En cuanto a los objetivos cumplidos, indica que, al cierre del ejercicio 2020, “siguen aumentando los puestos de relevancia en la dirección de las sociedades del grupo ocupados por mujeres, representando un 22,7% del total”.

También, que Iberdrola mantuvo su presencia en los principales índices de sostenibilidad, (Dow Jones Sustainability Index, FTS4Good, World´s Most Ethical Companies, Global 100, CDP Climate Change (Clasificación A-), RobecoSam Sustainability Awards (Silver Class), Bloomberg, Gender Equality Index y MSCI Global Sustainability Index (AAA).

Por ello, “la retribución variable anual del presidente y consejero delegado ha ascendido al 100% de lo previsto”, que se situó en 3,25 millones de euros.

Los próximos pasos de la banca

Al margen de las dos mayores compañías no financieras del IBEX, los grandes bancos también están siguiendo la misma hoja de ruta, marcando la sostenibilidad como uno de los criterios variables en la configuración de los sueldos de la más alta dirección.

El Banco Santander, que cuenta con una Comisión de Banca Responsable, Sostenibilidad y Cultura, acaba de aprobar en junta de accionistas su nueva política de remuneraciones de los consejeros para los ejercicios 2021, 2022 y 2023.

En esta, dentro de las métricas variables, se incluye el “progreso en los 11 compromisos públicos de banca responsable”, que ha sellado la entidad. Entre ellos, marca la meta de tener entre un 40% y un 60% de mujeres en el consejo en este 2021 -ya está en el 40%-; tener equidad salarial entre hombres y mujeres y lograrlo, como fecha tope, en 2025.

Además, la entidad presidida por Ana Botín persigue que sus fuentes de energía sean en un 60% renovables este año y un 100% en 2025; y, en este último año, llegar a 120.000 millones de euros de financiación ‘verde’.

BBVA también tiene por delante una nueva política de remuneraciones para los ejercicios 2021 a 2023. La entidad presidida por Carlos Torres refleja en la documentación que someterá a la próxima junta de accionistas -que celebrará el día 20 de abril- que busca incorporar “métricas relacionadas con la sostenibilidad y los riesgos ESG en los esquemas de retribución variable de sus empleados, la alta dirección y de los consejeros ejecutivos”.

Esa política de remuneraciones que llevará a votación a la junta de accionistas recoge que los indicadores de evaluación anual no financieros estarán alineados con las prioridades estratégicas del grupo y con las funciones propias de cada consejero ejecutivo.

Entre los factores que se tendrán en cuenta están el grado de satisfacción del cliente, el desarrollo sostenible y el cambio climático, así como indicadores relacionados con los objetivos ESG, aunque no los desglosa al detalle.

Por otro lado, los consejeros ejecutivos de BBVA deberán ‘devolver’ la totalidad o parte de esa retribución variable en caso de llevar a cabo “conductas irregulares, fraude o incumplimientos graves del código de conducta” de la entidad o ser apercibidos por “sanciones regulatorias o condenas judiciales por hechos que pudieran ser imputables al consejero ejecutivo”. Conceptos directamente ligados a la S y a la G de la ESG.

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