Junta de Endesa: el sueldo y la pensión de José Bogas, bajo la lupa

Los asesores de voto, sin embargo, apoyan de forma unánime el plan que vincula las retribuciones a la consecución del plan de crecimiento de renovables

Las grandes compañías del IBEX están vinculando la retribución de sus consejos de administración -al menos, de sus consejeros ejecutivos- a la consecución de objetivos vinculados a la sostenibilidad. Algunas, ya lo hacen desde hace años; y otras, están dando pasos para hacerlo en los próximos ejercicios.

Una de estas últimas compañías es Endesa. La energética ha incorporado la reducción de emisiones de CO2 al variable de sus consejeros tanto en su componente a corto como a largo plazo. Pero, en este último aspecto, también incluye acelerar su capacidad renovable en España.

Y ligar el sueldo de la cúpula a un crecimiento verde cuenta con el respaldo de las firmas asesoras de voto, los ‘proxy‘ que, en cambio, no ven con buenos ojos otros elementos de la política de retribución de la filial de Enel, en especial en lo relativo a su consejero delegado, José Bogas. Así lo recogen sus informes de cara a la junta de accionistas que celebrará el próximo viernes 30 de abril.

Corporance, una de cal y otra de arena

El ‘proxy’ español Corporance, integrado en la red europea Proxinvest, respalda los nuevos criterios ligados a la sostenibilidad y el giro renovable del negocio, pero pone en cuestión aspectos de la retribución a futuro y, también, la del pasado ejercicio.

En cuanto a este último aspecto, la firma refleja que la remuneración total del CEO de Endesa en 2020 alcanzó los 2,81 millones de euros y que su oposición se debe a que esa cifra refleja un aumento del 26%, “lo que, en consecuencia, aumenta la retribución global a corto y largo plazo”. Además, apunta, pueden surgir preocupaciones sobre las contribuciones al plan de pensiones, que representaron el 52% del salario base en 2020.

Los principales asesores de voto ven adecuada la vinculación de la retribución con el desarrollo del plan de negocio ‘verde’

Y respecto a la inclusión de parámetros renovables, “da la bienvenida a la introducción de una nueva métrica, vinculada a la capacidad instalada neta”. 

Ve razonable ese incentivo que está “adecuadamente estructurado” y demuestra una alineación entre los intereses de los ejecutivos y los de los accionistas a largo plazo. 

En cambio, no respalda la estrategia global de remuneraciones en su totalidad. Indica que el aumento de la remuneración fija del CEO, del 3%, está en línea con sus pares, tanto españoles como europeos, además de la citada vinculación de intereses entre equipo directivo y capital. 

Por otro lado, recalca que como ‘proxy’ todavía tiene serias dudas sobre los planes de pensiones y la indemnización por cese de contrato. En este sentido, apunta que, si el consejero delegado de Endesa cesara en este 2021, tendría derecho a percibir hasta 19,4 millones de euros, lo que en opinión del asesor de voto es un “paracaídas dorado” y, de ahí, su oposición. 

ISS y Glass Lewis respaldan todos los puntos de la junta

En cuanto a los ‘proxy’ internacionales, tanto ISS como Glass Lewis avalan votar a favor de todos los puntos del orden del día. Esta última considera también que los incentivos renovables son positivos. “Atar una porción de la compensación de un ejecutivo al desempeño de la compañía proporciona un incentivo para maximizar el valor de las acciones”, indica en su informe.

ISS incluye un matiz porque, aunque propone votar a favor de esta nueva política de remuneraciones, matiza que “las prestaciones por despido y el plan de pensiones del consejero delegado [en referencia a Bogas] se consideran excesivos y no están alineados con las prácticas del mercado”. Añade, en cambio, que se trata de elementos contractuales heredados y que su nueva política de remuneraciones está avanzando hacia las ‘best practice’. 

En este sentido, apunta, en concreto, que el plan de pensiones del CEO de Endesa está fijado en 867.000 euros anuales (incluida la pensión pública de la seguridad social) y que será el próximo 2022 cuando Bogas cumpla los 67 años. 

Hay que recordar que, en el caso de Endesa, la presencia de accionistas minoritarios en su capital es limitada, dado que la multinacional italiana Enel controla el 70% de sus títulos. Unas acciones que, en lo que va de año, están prácticamente estables, en el entorno de los 22,30 euros. Endesa, además, forma parte del índice SOCIAL INVESTOR, en el que están incluidas las empresas cotizadas con mejores calificaciones ESG (Environmental, Social & Corporate Governance).

Las claves de su nueva política de retribuciones

Al margen de la cuantía de los sueldos, la junta de Endesa tendrá que dar el visto bueno a la citada nueva política de remuneraciones de los consejeros para el periodo 2021-2023

En concreto, en lo relativo a esa retribución variable a largo plazo, refleja en los puntos del día de la junta, que estará ligada con la creación de valor para el accionista, en referencia al precio de la acción de Endesa, el TSR (Total Shareholders Return) y el Roace (Return On Average Capital Employed). Además, estará vinculada a elementos no financieros, como la citada reducción de emisiones de CO2 “y la capacidad instalada neta de fuentes renovables”.

Respecto a la medición de esos objetivos, la compañía dirigida por José Bogas detalla en esa documentación que se establecerán para los diferentes ejercicios. “El nivel de retribución variable bajo cada uno de los programas se situará entre el 0% y el 180% del incentivo base, correspondiente a un cumplimiento del 100%”. En este sentido, apunta que el incentivo base, para el variable a largo, de su consejero delegado es de 518.000 euros.

¿Cuáles son sus objetivos en capacidad renovable?

En cuanto a cuáles son las metas materiales, de negocio, que persigue conseguir están reflejadas en el plan estratégico de Endesa para esos mismos ejercicios, que contempla un volumen de inversión global de 7.900 millones de euros, no sólo destinado a la descarbonización, sino también a otros aspectos, como la digitalización de su actividad.

Para los próximos años, la energética contempla el cierre de sus centrales de carbón y la instalación de casi 4.000 MW renovables

En concreto, para estos tres ejercicios, contempla una nueva potencia solar y eólica de 3.900 MW. De ellos, 3.000 serán fotovoltaicos y, el resto, eólicos.

Hay que recordar que, en estos años, cerrará sus centrales de carbón, lo que conllevará una reducción de 2.500 MW. Como derivada, el 62% del parque generador peninsular será renovable a cierre de 2023. Y, también a finales de ese año, prevé que casi el 90% de su producción en la Península esté libre de emisiones.

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