Entrevista con Lucas Bobes (Amadeus): “Nuestra ambición es ser totalmente neutros en carbono en 2030”

La compañía tecnológica ligada al sector turístico incrementará la presencia femenina en el consejo y abre la puerta a emitir bonos verdes en el futuro

Sede de Amadeus en Madrid

Amadeus es una de las nueve compañías que integran el índice SOCIAL INVESTOR, compuesto por las cotizadas españolas que logran los mejores rating ESG por parte de las principales agencias de calificación. Y, en su caso, lo consigue pese a que su actividad está vinculada, como tecnológica centrada en la industria turística y el transporte, en uno de los sectores con mayores emisiones de C02.

“Creemos que se está valorando una trayectoria. A lo largo de los últimos años, hemos mantenido una estrategia que ha demostrado dar resultado”, explica sobre su estrategia el responsable de Sostenibilidad y reporting ESG de la compañía, Lucas Bobes.

Una estrategia que, indica, engloba, tres pilares: “mejorar la eficiencia de nuestras operaciones, ayudar a nuestros clientes [por ejemplo, aerolíneas] a conseguir sus objetivos medioambientales y darse cuenta de que el tema de la sostenibilidad no puede ser resuelto por una parte aislada, sino que debemos colaborar, toda la industria”, resume en una entrevista con SOCIAL INVESTOR.

Tres aspectos que, en el último año han estado marcados por el impacto de la de crisis de coronavirus que, económicamente, ha golpeado de forma significativa a la industria del turismo.

“La pandemia ha puesto de manifiesto que este sector tenía una serie de vulnerabilidades mucho más grandes de lo que al principio asumimos o que habíamos subestimado”, argumenta Bobes, pero que han hecho al sector “dar más prioridad a aspectos ESG en el futuro y hará que la industria sea menos vulnerable a este tipo de incidencias”.

«La pandemia ha puesto de manifiesto que este sector tenía una serie de vulnerabilidades mucho más grandes de lo que al principio asumimos o que habíamos subestimado»

Entre esas medidas, la compañía ha tenido que trabajar para ayudar a las aerolíneas y a las compañías turísticas “a tener información más actualizada de la situación o hacer reservas en lugares en los que la pandemia era particularmente grave”. Hacia dentro de la compañía, a replantearse el modelo en el que estaba trabajando. “A largo plazo, nos ha ayudado a dar más prioridad a los aspectos ESG en todos los ámbitos de la compañía”, reitera.

Uno de ellos es la reducción de emisiones de CO2, con la vista puesta en la meta de descarbonizar el conjunto de la economía mundial a mitad del presente siglo. Y, ahí, Amadeus considera que hay que ir más deprisa. “Hay una diferencia importante entre los plazos que manejamos nosotros a efectos de estrategia de negocio, con los plazos que se manejan. Es decir, 2050 nos parece un escenario muy, muy largo”, recalca Lucas Bobes. 

“Es verdad que nosotros nos hemos comprometido a alcanzar la neutralidad en carbono en 2050, pero, siendo realistas, nuestra ambición es conseguirlo en 2030 que es un periodo de tiempo mucho más tangible”, matiza. “En ese sentido estamos en buena dirección».

En cuanto a las medidas que ha tomado Amadeus, su responsable de sostenibilidad, indica que que la multinacional tiene “un centro de datos en el sur de Alemania que consume una gran cantidad de energía eléctrica debido a la cantidad de transacciones que procesa”.

“Desde 2019 hemos empezado a utilizar certificados de garantía de origen de energía renovable. Y hemos reducido nuestras emisiones muy significativamente. En 2020, en un 70% las emisiones de alcance 1 y 2 en comparación con 2018”.

En cuanto a las de alcance 3, las que no dependen directamente de la empresa, como sus proveedores o las compañías con las que trabaja, Lucas Bobes, apunta que quedan para la recta final de la presente década.

“Efectivamente, hemos empezado a tomar medidas en ese sentido es un tema muy interesante porque los viajes para las empresas son considerados como alcance 3 y, de hecho, actualmente, estamos estudiando cómo podemos, con nuestra tecnología y alcance, facilitar la reducción de esas emisiones”.

Hacia una unificación del ‘reporting’

Otro de los retos que tiene por delante Amadeus, como el conjunto de las compañías cotizadas, es el nuevo modelo de ‘reporting’, la unificación de modelo de información no financiera que está preparando la Unión Europea.  

Para Amadeus, esa unificación va a ser muy útil. “En la medida que haya una claridad regulatoria sobre cómo reportar determinadas cifras o determinados datos para poder facilitar tanto el reporte como la comparabilidad, como la gestión a largo plazo, pues es muy positivo. Es un hecho que tenemos que entrar por ahí y lo mejor es hacerlo de la forma más positiva para todos”.

Y parte de esa información al mercado está ligada al análisis que realizan las agencias de calificación, como MSCI, S&P o Sustainalytics, con las que las compañías mantienen una relación prácticamente continua. “Es un trato bastante fluido”, indica. “Vemos una mayor demanda, en general, de información y les resulta complicado ajustar las preguntas concretas a cada sector”. 

“Nosotros, quizás, somos una empresa poco comparable con otras. Tenemos que matizar cómo describir los aspectos que para Amadeus son materiales o no en contraposición con otras empresas”, argumenta Bobes. “Cada vez mandan cuestionarios más extensos, más exigentes, también en verificación externa. Y ese esfuerzo es mayor. pero es positivo a largo plazo. Nos ayudará a todos”.

«Todos los índices defienden criterios válidos y a nosotros nos sirven para saber la expectativa del sector y a dónde tenemos que prestar atención»

Ahí la expectativa es que, a medio plazo, todos estos criterios se unifiquen y la información, señala, sea más transparente y más clara. “Todos los índices defienden criterios válidos y a nosotros nos sirven para saber la expectativa del sector y a dónde tenemos que prestar atención”.

El peso de la ESG en los inversores de Amadeus

Amadeus es, actualmente, una de las compañías con mayor capitalización del IBEX 35, con un valor de mercado que supera los 27.000 millones de euros. Y el peso de los inversores ESG es cada vez más alto. “Notamos una diferencia significativa”, afirma Bobes. 

“Se ha transicionado un poco de una situación donde todos los temas de ESG exigía un mínimos cumplimiento más o menos exigente, pero no muy crítico a efectos de inversores. Se empezó a exigir más información y transparencia de los datos que reportamos”, desglosa.

“Y, ahora, estamos en un punto en el que si no hay un determinado cumplimiento, unos determinados niveles de exigencia ESG, hay determinados inversores que no contemplan la inversión en una compañía. Es una tendencia positiva pero es verdad que requiere un esfuerzo”.

Uno de los aspectos sociales (la S de la ESG) donde las compañías tecnológicas sienten más presión es en la presencia femenina en sus plantillas. Y Amadeus no es ajena a esa situación, aunque es diferente en los distintos países en los que opera.

“En el sector tecnológico, no es un secreto, la presencia de la mujer es menor. Nosotros en plantilla tenemos unos 16.000 empleados y una presencia geográfica muy diversa, en eso somos una empresa un tanto particular dentro del IBEX. De los 16.000 empleados, unos 1.000 estamos en España y aquí hay más mujeres empleadas que hombres”.

“Nos vemos muy condicionados por la distribución geográfica y el tipo de trabajo. A nivel general, el porcentaje de mujeres en la plantilla es del 38%, a cierre del pasado año, y es verdad que hay determinados puestos que para nosotros son críticos, como desarrolladores de software, que en países como India realmente están casi copados por hombres”, reconoce. 

Pero matiza. “Hasta cierto punto estamos orgullosos de que en casi todos los países en los que operamos la proporción de mujeres en mayor que la media en el país, pero es un camino en el que tenemos que avanzar”.

Espera elevar al 40% la presencia femenina en los consejos de cara a 2022

En el caso de su consejo de administración, Bobes indica que actualmente el 23% de los puestos están ocupados por mujeres pero que la compañía planea alcanzar el compromiso del Código de Buen Gobierno, que marca la meta del 40% en 2022.

Respecto a la incorporación de criterios ESG en la retribución de su más alta dirección, Lucas Bobes explica que, Amadeus, en su consejo de administración de febrero, presentó un documento que pretende dar un punto de partida para incluir la ESG en la estrategia de toda la compañía y áreas de negocio. “La idea es crear un punto de partida común”.

Esas líneas a futuro, servirán a la multinacional para “incorporar objetivos tanto en la alta dirección como en el consejo ligados a la remuneración”. 

También a futuro, la compañía se plantea entrar en las emisiones de deuda bajo criterios de sostenibilidad.

En varias ocasiones hemos hablado con varias instituciones financieras para contemplar bonos verdes. En nuestro sector no vemos una clara identificación de criterios exclusivamente medioambientales para estos bonos y por eso no los hemos emitido”.

Sin embargo, con ese replanteamiento de los criterios ESG ligados a todo el grupo puede cambiar esta situación. “Con una más clara definición de los aspectos ESG podremos entrar en este tipo de instrumentos”, concluye.

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