El Santander y Telefónica se incorporan al índice de eficiencia en reducciones de carbono en Brasil

La Bolsa de Brasil renueva la composición de su índice ICO2 para incluir a las empresas más líquidas del mercado y selecciona a las filiales de las dos empresas españolas

Brasil avanza en el mercado del carbono. Foto por Rafaela Biazi en Unsplash

El número de empresas comprometidas en reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, que forman parte del índice de carbono ICO2 de la Bolsa de Brasil (B3), uno de los principales indicadores del mercado financiero en Brasil, ha crecido un 132% en 2021. Un avance al que han colaborado las grandes empresas españolas, o, al menos, su filiales brasileñas.

Este mes de enero, Santander Brasil y Telefónica Brasil se han incorporado a este índice, que reúne a empresas activas en sus compromisos de recorte de gases de efecto invernadero. Además, por primera vez, cuenta con compañías incluidas en el IBrX100, índice compuesto por las cien acciones más líquidas de la bolsa de valores de Brasil. Hasta ahora, solo las empresas del IBRx50 entraban al indicador.

Por primera vez la Bolsa de Brasil incluye en el índice ICO2 a las 100 empresas más líquidas del mercado

El proceso de construcción de la composición para 2021 empezó en la segunda mitad de 2020, con la invitación a las empresas a participar y el envío por su parte de toda la documentación necesaria.

«Con más empresas generando y haciendo públicas sus emisiones de CO2, tiene sentido ampliar el alcance del índice a las 100 acciones más líquidas», señala en un comunicado Ana Buchaim, directora de personas, comunicación, marketing y sostenibilidad de la B3.

«El mercado, que demanda cada vez más inversiones conectadas con la agenda ESG, ahora tiene una vía de de acceso a un índice menos concentrado, más representativo del universo de las empresas preocupadas con sus impactos ambientales y que trabajan para la minimización de los mismos», valora esta ejecutiva.

Un valor de mercado de 500.000 millones

La nueva cartera del ICO2 cuenta con 62 acciones de 58 empresas que pertenecen a 22 sectores. Juntas, suman un valor de 3,3 billones de reales (500.000 millones de euros); un 63,63% del valor total del mercado de las empresas con acciones negociadas en la Bolsa de Brasil. Es decir, el numero actual de empresas es 132% más grande que la cartera de 2020, donde había 26 acciones y 25 empresas.

La cantidad de sectores también ha aumentado de 13 a 22, lo que propicia más diversidad al índice. Entre los que debutan este año están: agua y saneamiento, bebidas, comercio y distribución para la área de salud y para la parte de consumo no cíclico, seguros, química, servicios médicos y hospitalarios, siderurgia/metalurgia y telecomunicaciones.

Los sectores que presentes hasta ahora son el de alimentos elaborados, comercial, construcción civil, energía eléctrica, inmobiliario, intermediarios y servicios financieros, madera y papel, máquinas y equipamientos, petróleo, gas y biocombustibles y el productos para uso personal de limpieza y transporte.

Desde 2010, el índice ICO2 se anota un 154% frente a 83% del Ibovespa – que es el principal indicador de las acciones negociadas en la Bolsa de Brasil y que reúne las empresas más importantes del mercado de capitales brasileño-.

En el mismo período, el ICO2 ha tenido volatilidad de 24% frente a 25% del Ibovespa. Los índices de la B3, lo que incluye el ICO2, son reequilibrados a cada cuatro meses para asegurar la liquidez de las acciones negociadas de la Bolsa de Brasil.

Más peso para los que mejor cumplan con el clima

La expansión en la composición del índice ICO2 ha sido el primer paso de una serie de avances que la Bolsa de Brasil quiere promover en 2021. La empresa tiene la intención de proponer aún más cambios en la metodología para que el índice refleje las tendencias y acuerdos globales en el tema de cambio climático.

La B3 también estudia la posibilidad de hacer que el índice sea más atractivo para el inversor por medio de un incremento en la ponderación de las compañías que demuestren avances en la agenda ambiental, como compensación en sus emisiones de gases de efecto invernadero o emisiones de títulos temáticos para desarrollo de proyectos de impacto socioambiental positivo.

La discusión acerca de los criterios ESG, o sea, su adopción, evolución y maduración ha ganado relevancia en la pauta estratégica de las empresas. «Así, desarrollar la pauta ESG puede ampliar el acceso al capital, mitigar los riesgos y atender a una demanda creciente de los inversores, consumidores e de la sociedad», destaca Ana Buchaim.

Desde su creación en 2010, el índice tiene el propósito de ser una referencia para los inversores que quieren más informaciones sobre las organizaciones que promuevan una gestión eficiente de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Ahora en portada